
¿ Por Qué Diez? PorRab:Shimón Leiberman.
Cábala 4 - ¿Por Qué Diez?
por Rab Shimón Leiberman
Diez Sefirot no son "diez" por casualidad -- su número nos ayuda a entender el diseño de todo el mundo. Las Sefirot son nuestras percepciones humanas de las varias interacciones de Dios con el mundo, tal como se describe en "Cábala #3 - Las Diez Sefirot".
¿Cuál es el significado del número "diez"?
En la metáfora cabalística, los números no son meramente notaciones aritméticas. Los números tienen una personalidad y son cualitativamente significativos. Ésta idea no es tan abstracta, ya que vivimos con ella también concretamente. Nosotros decimos que algo ocurrió sólo "una vez", que hay "dos" partes en cada historia, que quienes cometieron delitos "tres veces" deben recibir cadena perpetua, que "decenas" vinieron para un evento, etc. etc. Por lo tanto, si hay "diez" emanaciones o Diez Sefirot, debe haber una representación detrás de ese número.
El número diez es importante porque es la base aritmética. Esto es normalmente explicado como una consecuencia de que tenemos diez dedos, la extensión natural de los primitivos dígitos del hombre. Pero esta explicación plantea la pregunta: Si hay una creación con propósito, y cada faceta de la vida humana y actividad son planeadas por anticipado, entonces los "diez" dedos son también parte de ese plan. Significa que Dios tuvo la intención de que el sistema numérico sea "diez". ¿Por qué? Y aunque el sistema de números se construye en base diez, ¿por qué es esa la cantidad de Sefirot?
Diez Expresiones
El Maharal, un filósofo místico del siglo 16 ofrece una explicación. Aunque él realmente explica porque Dios utilizó "diez" expresiones con las que crear el mundo, la respuesta realmente encaja con la idea de las Diez Sefirot, que son idénticas a las diez expresiones. Dios podría haber creado el mundo ya sea con una expresión ("sefirá" en hebreo), algunas expresiones (o sefirot), o diez expresiones. Vamos a analizar las diferentes posibilidades. Si Dios hubiera utilizado una expresión, significaría que no hay manera para que nosotros analicemos el mundo en unidades de componentes. Por ejemplo, piensa en un ingenioso hombre de negocios que actúa de manera intuitiva y tiene éxito en los negocios brillantemente. Si le pedimos que explique por qué compró una empresa determinada y que ganó con ella, él sólo tartamudeara y dirá: "simplemente se sintió bien". Él realmente no puede explicarlo, dado que términos como "activos", "flujo de caja" e "infraestructura", no son parte de su pensamiento y terminología. Del mismo modo, un mundo que esta totalmente dentro de una sola descripción nos deja sin comprensión.
Debemos entonces analizar un mundo creado con entre dos y nueve expresiones. Este es un mundo con muchos elementos que lo componen, pero sin unión subyacente visible. Por lo tanto, puede ser comparado con una persona que hace un montón de análisis de inversión sobre una base adecuada, y que cuando se presenta la oportunidad invierte. Podemos entender movimientos particulares de él, pero no existe un cuadro general para percibir. Dado que Dios es Uno, ésta sería una percepción falsa. Un tipo de presentación en la que podemos percibir trozos y pedazos, pero no la relación entre ellos, es inútil.
Decenas de Diez
Entonces llegamos a la tercera posibilidad que es "diez". Diez consta de componentes que pueden ser considerados como entidades separadas, y sin embargo se suman a todo un grupo de "diez". O mejor dicho, diez es el "uno", que consta de los componentes. Por lo tanto cuando hablamos de "Diez" Sefirot, queremos decir que Dios creó el mundo – la humanidad, la Torá, la historia y todo lo demás – en partes que permiten analizarlo en términos de componentes. No sólo diez componentes, pero cada uno de estos diez tiene diez componentes, y así sucesivamente.
Por otro lado, independientemente del número de fracciones que somos capaces de identificar, siempre hay un hilo que nos permite comprender la forma en que estos distintos elementos dispares convergen para formar el cuadro primordial unificado, que es la "verdadera" imagen. Por lo tanto, cuando estudiamos como Dios actúa a través de las Diez Sefirot, estamos buscando en cada detalle con una doble perspectiva:
a) El punto particular que cada acto expresa, y b) el elemento unificador que entrelaza todas las actividades de Dios en una entidad sin fisuras, como es propio de Dios quien es Uno.
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