
PARASHÁ 24 VAYIKRÁ
Levítico 1:1-6:7 (5:26)
Vayikrá Significa “Y llamó”.
Séptima Aliyá, 5:11 – 6:7 (5:26 Versión Hebrea)
El último sacrificio mencionado aquí es el de asham, culpa. No he encontrado un texto que dice que este sacrificio es un “korbán”. Sin embargo se puede encontrar la raíz de la palabra “korbán”, el verbo “karav”, en relación con este sacrificio, está escrito en Levítico 7:3: “Luego ofrecerá (karav) de ella (la ofrenda de culpa) toda la grasa: la cola gorda, la grasa que cubre las entrañas”
De esto aprendemos que también este sacrificio sirve como un medio de acercamiento a Hashem (El nombre).
La ofrenda por la culpa consiste en un carnero o un cordero. Se ofrece cuando se comete uno de estos cinco pecados:
• Por sacar beneficio de una comida sagrada o de un objeto sagrado del templo, 5:14-16.
• Por robar y luego jurar en vano que no lo había hecho, Levítico 6:1-7.
• Para la purificación de un leproso, Levítico 14:12-18.
• Por fornicar con la sierva de otro hombre, Levítico 19:20- 21.
• Por contaminación durante el nazareato, Números 6:9- 12.
Además, en Levítico 5:17-19 hay un tipo de ofrenda por la culpa llamada “asham talui”, de culpa pendiente. Es ofrecida cuando uno no está seguro si cometió un pecado para el cual se requiere un sacrificio jatat. Esta ofrenda no es definitiva, sino en el caso de que el que duda luego descubra que sí pecó, tendrá que dar una ofrenda de jatat por ese pecado. Esto nos enseña que la negligencia en asuntos espirituales es vista como un delito delante del Todo poderoso
5:16 “Hará restitución por aquello en que ha pecado en las cosas sagradas, y añadirá a ello la quinta parte, y se lo dará al sacerdote. Y el sacerdote hará expiación por él con el carnero de la ofrenda por la culpa, y le será perdonado.”
La restitución del daño hecho es una condición para obtener el perdón.
5:17 “Si alguno peca y hace cualquiera de las cosas que YHWH ha mandado que no se hagan, aunque no se dé cuenta, será culpable y llevará su castigo.”
Aunque no se dé cuenta, será culpable. No hay excusa si no se estudia la Torá, y peque por negligente. Tal como dice nuestro Rebe (Maestro), según está escrito en Mateo 12:3, 5; 19:4; 22:31:“¿No habéis leído?”
También en Mateo 9:13: “Id, y aprended…”
6:2 “Cuando alguien peque y cometa una falta contra YHWH, engañando a su prójimo en cuanto a un depósito o alguna cosa que se le ha confiado, o por robo, o por haber extorsionado a su prójimo”
Si engañamos al prójimo estamos cometiendo una falta contra Hashem.
6:4-5 “será, entonces, que cuando peque y sea culpable, devolverá lo que tomó al robar, o lo que obtuvo mediante extorsión, o el depósito que le fue confiado, o la cosa perdida que ha encontrado, o cualquier cosa acerca de la cual juró falsamente; hará completa restitución de ello y le añadirá una quinta parte más. Se la dará al que le pertenece el día que presente su ofrenda por la culpa.”
En primer lugar tendrá que devolver el mismo objeto que robó. En el caso de no poder hacerlo, tendrá que hacer restitución. En ambos casos tendrá que añadir el 20% de su valor.
Aplicación personal de los sacrificios de pecado y de culpa.
Hay dos problemas en el hombre, el pecado y los pecados. El pecado es la naturaleza pecaminosa, el yetser hará, la carne. Los pecados son las obras realizadas por esa naturaleza. Una persona recién nacida tiene pecado, pero no tiene pecados, porque no ha cometido nada malo.
Los sacrificios de pecado, jatat, y de culpa, asham, cubren el pecado y los pecados cometidos, pero no los quitan. La muerte de Mashíaj no solamente quita los pecados sino trata con el origen del pecado, la naturaleza maligna, que entró en el hombre en el huerto del edén.
El sacrificio jatat fue dado para cubrir nuestra naturaleza pecaminosa. El sacrificio asham fue dado para cubrir nuestras obras malignas. Ambos tienen su base en la muerte del Mesías. Ambos son sombras del sacrificio del Mesías. Gracias a la muerte del Mesías hay liberación total y eterna del pecado y de los pecados.
El resultado final de la obra del Mesías, no se manifestará hasta la resurrección, aunque ya podemos disfrutar parcialmente de ese poder de la nueva vida que elimina el pecado en nuestras vidas. El pecado está presente en nosotros, pero su poder ha sido superado por Mashíaj en nosotros, de modo que el pecado no tiene más dominio en nosotros. Si pecamos, es porque lo hemos elegido, no porque todavía seamos esclavos del pecado, conferenciar. Romanos 6.
Los sacrificios son medio didácticos por medio de los cuales El Todo Poderoso muestra al hombre las verdades eternas.
Hay tres razones principales por las cuales Hashem ordenó que se le ofrecieran sacrificios:
• Mostrar la gravedad del pecado, cuya consecuencia es la muerte.
• Mostrar la justicia del Todo Poderoso.
• Mostrar la importancia de la muerte de Yeshúa (Jesús).
Por medio de la muerte de Yeshúa se mostró eternamente que El Todo Poderoso es un juez justo. La muerte de un animal no puede quitar los pecados, ni representar totalmente, jurídicamente hablando, a un hombre, porque el animal no tiene el mismo nivel de vida que el hombre. El animal no tiene neshamá, y el pecado también está en la neshamá del hombre. Solamente un hombre perfecto, sin pecado puede morir en lugar de otro hombre pecador.
Hashem no puede perdonar al pecador así porque sí, sin tener una base jurídicamente justa que avale ese perdón. Alguien tiene que pagar los platos rotos. Sin la muerte de Yeshúa, el Juez Supremo sería injusto al perdonar al pecador, como está escrito en Proverbios 17:15: “El que justifica al impío, y el que condena al justo, ambos son igualmente abominación a Hashem.”
Está escrito en Éxodo 23:7: “Aléjate de acusación falsa, y no mates al inocente ni al justo, porque yo no absolveré al culpable.”
Romanos 3:25-26: “a quien Eloha exhibió públicamente como propiciación por su sangre a través de la fe, como demostración de su justicia, porque en su tolerancia, Eloha pasó por alto los pecados cometidos anteriormente, para demostrar en este tiempo su justicia, a fin de que Él sea justo y sea el que justifica al que tiene fe en Yeshúa (Jesús).”
Sin la muerte de Yeshúa no se manifiesta la justicia perfecta de YHWH ni su misericordia perfecta. Por medio de los sacrificios en el templo Hashem perdonó por causa del sacrificio eterno de Yeshúa cuando vio la sinceridad del corazón arrepentido del hombre al ofrecer el sacrificio por el pecado y por la culpa. La base del perdón eterno es la muerte de Yeshúa. Los sacrificios por el pecado y por la culpa son sombras, recuerdos del verdadero sacrificio. El verdadero sacrificio no elimina las sombras. Las sobras dan profundidad a una imagen.
Hashem (El Nombre, por respeto los judíos no pronunciaban el nombre sabrado) nos dio las sombras para profundizar nuestro conocimiento de Mashíaj. Por eso no despreciamos los sacrificios, ni siquiera después de su muerte, porque a través de ellos podremos conocer con más profundidad la muerte de nuestro amado Mashíaj. Tenemos varios ejemplos de cómo los seguidores del Mesías sacrificaban en el templo después de la resurrección, conferenciar.
Mateo 5:18; Hechos 21:20, 23-24; números 6:1-21; 24:17-18.
Como ninguna cosa de la torá será anulada por el Mesías hasta que pasen los cielos y la tierra, los sacrificios serán restablecidos en el templo edificado por el Mesías Yeshúa en su segunda venida, conferenciar.
Ezequiel 43:18- 27, 44:27-29, 45:17, 46:13-15.
Esto significa que habrá sacrificios de animales, incluso de jatat y asham, durante el reinado mesiánico, el milenio.
De los 613 mandamientos que hay en la Torá, aparecen tres en Bereshit y 111 en Shemot, sumando 114. En el libro de Vayikrá hay 247 mandamientos, 95 positivos y 152 negativos. La lista que presentamos después de cada parashá, sigue el orden formulado por el Sefer haJinuj, que se basa en la clasificación hecha por Rambam (Maimónides) en su libro Sefer haMitsvot. En esta parashá se encuentran los mandamientos 115-130 de los 613.
115. Precepto de ofrecer la ofrenda de ascensión [olá] conforme las reglas estipuladas por la Torá, Levítico 1:3.
116. Precepto de ofrecer la oblación de harina [minjá] conforme las reglas estipuladas por la Torá, Levítico 2:1.
117. Prohibición de ofrecer levadura o miel en el Altar, Levítico 2:11.
118. Prohibición de ofrecer cualquier ofrenda sin sal, Levítico 2:13.
119. Precepto de salar las ofrendas, Levítico 2:13.
120. Precepto de la corte Suprema de Justicia [Sanhedrín] de ofrecer una ofrenda cuando emitió una decisión halájica errónea, Levítico 4:13.
121. Precepto de ofrecer una ofrenda de pecado [jatat] cuando un individuo comete por error una transgresión que conlleve la pena de karet, Levítico 4:27.
122. Precepto de ser testigo en la corte de Justicia, Levítico 5:1.
123. Precepto de ofrecer una ofrenda de valor variable [korbán olé veyored] en ciertos casos específicos, Levítico 5:1.
124. Prohibición de separar completamente la cabeza del ave ofrecida como ofrenda de pecado [jatat], Levítico 5:8.
125. Prohibición de poner aceite de oliva en la oblación de harina de un transgresor [minjat joté], Levítico 5:11.
126. Prohibición de poner incienso en la oblación de harina de un transgresor [minjat joté], Levítico 5:11.
127. Precepto de pagar el monto principal de su valor más una quinta parte adicional cuando un individuo haya ingerido o utilizado un alimento u otro objeto consagrado, Levítico 5:15.
128. Precepto de ofrecer la ofrenda de culpa en ciertos casos específicos de transgresión dudosa [asham talui], Levítico 5:17-18.
129. Precepto de ofrecer la ofrenda de culpa en ciertos casos específicos de transgresión segura [asham vadai], Levítico 6:2 (5:21 heb.).
130. Precepto de regresar lo robado, Levítico 6:4 (5:23 heb.).
Vayikrá/ Levítico
24 Parasha Vayikrá
7° Aliyá

"Levítico 1:6 – 6:7"

