
PARASHÁ 26 SHEMINÍ
Levítico 9:1-11:47
Sheminí Significa “octavo”.
Comentarios
SÉPTIMA Aliyá, 11:33-47
11:36 “Solamente un manantial y un hoyo de acumulación de agua permanecerá limpio, pero lo que toque sus cadáveres quedará impuro.”
Aquí tenemos la base para entender el sistema de una mikvé, acumulación de aguas purificadoras. Un sistema con una fuente y un hoyo de acumulación de agua es lo único que permanecerá limpio, no importa lo que entre en ella. De allí se deduce que todo lo que entre en esa agua se purifica.
Esto significa que si un cuerpo impuro entra en una mikvé que tiene estas características es simbólicamente eliminado junto con su impureza. Cuando el cuerpo luego sale de esa agua, es como si hubiera nacido de nuevo, y sale purificado.
Para poder entrar en el templo en Yerushalayim, todos tenían que pasar por una mikvé de aguas purificadoras. Para más información sobre este tema, por favor ver el libro “Aguas del Edén” por Ariyé Kaplán.
11:42a “Todo lo que anda sobre su vientre”
Según Rashí, se refiere a la serpiente. En la palabra hebrea que ha sido traducida como “vientre”, “gajón”, se encuentra la letra central de la Torá de Moshé. Es la letra vav, que significa “clavo”, “señal. Alrededor de ese clavo gira toda la Torá. Es la sexta letra en el alfabeto hebreo. El número seis es el número del hombre y el libre albedrío, conferenciar. Revelación 13:18. Estas cosas nos llevan a una conclusión muy importante: Toda la Torá gira alrededor de un hombre que fue clavado como una señal. ¿Quién será?
En el capítulo sobre comidas permitidas y prohibidas se habla de un animal que se arrastra sobre su vientre. En ese vientre está la señal. Esto nos recuerda que la serpiente antigua, que fue maldecida y tiene que andar sobre su vientre, fue la que hizo que el pecado se introdujera en este mundo. Por medio de una comida prohibida el pecado entró en el vientre del hombre y se distribuyó a toda su constitución. La salvación de esta situación es que aquel hombre, alrededor del cual gira todo el universo, sea lleno de pecado, maldecido y clavado sobre un madero. Esta es la señal, el mensaje central de la Torá, para que todo el que con su libre albedrío tome la decisión de creer en él no se pierda sino tenga vida eterna. ¡Baruj HaShem!
Vayikrá/ Levítico
26 Parasha Sheminí
7° Aliyá

"Levítico 9:1 – 11:47"

