
PARASHÁ 26 SHEMINÍ
Levítico 9:1-11:47
Sheminí Significa “octavo”.
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Sexta Aliyá, 11:1-32
11:2 “Hablad a los hijos de Israel, y decidles: Estos son los animales que podréis comer de entre todos los animales que hay sobre la tierra.”
Este capítulo define cuáles son los animales aptos para el consumo y cuáles están prohibidos para los hijos de Israel, pues ellos han sido apartados de los demás pueblos para ser diferentes. Pues el Todo Poderoso considera importante, desde el principio, lo que el hombre come.
El primer mandamiento que fue dado al hombre tenía que ver con la comida. El pecado entró en el mundo por medio de una comida prohibida. Entonces esto debe ser importante también para el hombre.
¿La comida tiene ver con la santidad y con el pecado?
Aquellos mandamientos que tratan sobre animales que son comestibles o no, son considerados “jukim”, lo que implica que no tienen ninguna explicación lógica.
Una comida o un objeto que es considerado apto para el uso de un judío o un israelita es llamado “kasher”, que significa “correcto”, “recto”, “aceptable”, “apto”. La palabra aparece tres veces en las Escrituras, conferenciar. Eclesiastés 10:10; 11:6; Ester 8:5.
El por qué ciertos animales son considerados impuros y otros puros, no se entiende del todo y tal vez nunca podamos tener una explicación. Solo podemos decir que la Torá (Pentateuco, Escrituras) dice que son impuros, y punto. Y si queremos profundizar más allá de lo escrito, sabemos que correremos el riesgo de equivocarnos en nuestra evaluación.
El principal motivo de obediencia a estos mandamientos no tiene que ver con la higiene, ni con respeto a la naturaleza, ni con nuestra identificación con ciertos animales, ni con peligros de intoxicación, ni con efectos secundarios en el cuerpo humano.
Tiene que ver con nuestra relación con el Todo Poderoso. Por el hecho de que Él haya dicho algo, le obedecemos. Es cierto que la obediencia a los mandamientos trae larga vida y salud a nuestros cuerpos, y es cierto que varios de los animales impuros son dañinos o pueden contener elementos peligrosos para el hombre.
Es posible que la naturaleza del animal esté en la sangre y si se come algo de la sangre, lo cual es inevitable a la hora de comer carne, es probable que la naturaleza del animal afecte el carácter del que lo come. Pero todas estas cosas son secundarias, y la Torá no las está enfocando, más bien dice que el que deja de comer ciertos animales que, por el cielo, han sido declarados impuros, se vuelve santo, apartado, consagrado.
“dime con quién andas y te diré quién eres.” Dice el refrán popular, También podríamos decir, con la Torá en la mano: “dime qué comes, y te diré quién eres.”
En este capítulo vemos que los animales están clasificados en cuatro grupos generales, conferenciar. Levítico 11:46:
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Animales que caminan sobre la tierra, 11:2-8
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o Animales que hay en las aguas, 11:9-12
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o Aves y otros animales que vuelan, 11:13-23
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o Animales que se arrastran sobre al tierra, 11:29-43
11:3 “de entre los animales, todo el que tiene pezuña dividida, formando así cascos hendidos, y rumia, éste comeréis.”
Estas son las dos características entre un animal terrestre kasher y uno que no lo es. Luego va describiendo cuatro animales que tienen ciertos signos de ser kasher, pero no lo son. Si falta una de las dos señales, el animal no es apto para el consumo de una persona santa.
Los animales que son kasher tienen que ser preparados de una manera correcta para que sigan siendo aptos para el consumo después de su degüello. Un animal no puede haber sido matado de manera violenta para ser kasher. Hay que matarlo de manera que salga toda la sangre posible. Un animal enfermo no es apto para comer. Antes de comer un animal limpio hay que eliminar tres cosas, el nervio ciático, el sebo y la sangre.
La sangre es eliminada mediante la sal. Primero se lava la carne en agua. Luego se sumerge en agua fría durante media hora. Después se echa sal medio gruesa por los dos lados y se colocan los trozos sobre una reja de manera que la sangre vaya cayendo abajo. Esto no se puede hacer en la misma cocina, sino en un lugar aparte. Después de una hora, más o menos, se enjuaga en un recipiente con agua, cambiando el agua tres veces. También puede ser lavada bajo agua corriente, pero si uno desea desalarla debe estar un tiempo sumergida en agua. Después de esto, la carne es apta para ser cocinada según el gusto. Si se asa la carne sobre fuego no hace falta kasherizarla mediante la sal. El mismo fuego hace el mismo efecto de expulsar los restos de sangre que queda en la carne. El hígado no se puede salar, tiene que ser asado sobre fuego para que sea kasher.
Hay muchos otros detalles en cuanto al kashrut pero no vamos a tocarlos en esta ocasión.
11:4 “Sin embargo, de los que rumian o tienen pezuña dividida, no comeréis éstos: el camello, porque aunque rumia no tiene pezuña dividida; será inmundo para vosotros”
La palabra que ha sido traducida como “inmundo” es “tamé” que significa “impuro”, “contaminado”, “profano”. Lo contrario de “tamé” es “tahor”, “limpio”, “puro”, “sincero”, conferenciar. 11:47. Tenemos que tener en cuenta que en las Escrituras podemos encontrar tres tipos de impureza:
. Impureza higiénica
· Impureza ritual
· Impureza moral
Si no diferenciamos entre estos tres, no vamos a entender lo que se está hablando en cada caso. En este caso, la clasificación de los animales entre impuros y puros, “tamé” y “tahor”, no tiene que ver con la higiene. Tampoco tienen que ver con impureza moral. Aquí se trata de una impureza ritual.
Una persona que come un animal impuro, se vuelve ritualmente impuro y no podrá ni entrar en el atrio del templo ni comer de los sacrificios. Con otras palabras, la impureza ritual no permite que una persona se acerque demasiado al Todo Poderoso.
11:5 “el damán, porque aunque rumia, no tiene pezuña dividida; será inmundo para vosotros”
La palabra hebrea para “damán” es “shafan”. A veces se traduce como “tejón” y a veces como “conejo”.
La palabra hebrea que ha sido traducida como “rumiar”, es “maalat”, que viene de la raíz “alá”, “subir”. “Maalat” significa literalmente “que alza (el alimento)”. Lo que hacen estos tipos de animales es que alzan y regurgitan la comida desde sus entrañas, dándole vuelta en su boca a fin de machacarla y molerla muy bien. Los animales rumiantes, como la vaca y el ciervo, son los mamíferos que tienen el estómago dividido en tres o cuatro cavidades. Estos animales ingieren el alimento y lo bajan a la primera cavidad del estómago. Luego lo pasan a la segunda cavidad, de la cual es “alzado” de nuevo a la boca. Finalmente lo bajan a la tercera cavidad. Este proceso de alzar el alimento es llamado rumiar.
11:6 “el conejo, porque aunque rumia, no tiene pezuña dividida; es inmundo para vosotros”
La palabra hebrea que ha sido traducida como “conejo”, es “arnevet”. A veces se traduce como liebre. El conejo come su propio excremento.
11:7 “y el cerdo, porque aunque tiene pezuña dividida, formando así un casco hendido, no rumia; es inmundo para vosotros.”
Lamentablemente muchos de los hijos de Israel, tanto nativos como adoptados de entre los gentiles, por la conversión mediante la redención que hay en el Mesías Yeshúa, siguen practicando las costumbres de los gentiles y comen animales impuros. Tendrán que arrepentirse de su pecado para poder subir a un nivel más alto de santidad y así poder acercarse más a Hashem. El Elohim de Israel ha dicho que estos animales son tamé, no son aptos para el consumo humano para un pueblo cercano a él. Él no cambiará sus normas, conferenciar. Mateo 5:18. Si comemos estos animales y luego pedimos sanidad para nuestros cuerpos enfermos estamos tentando a nuestro Padre.
11:8 “No comeréis de su carne ni tocaréis sus cadáveres; son inmundos para vosotros.”
Si está prohibido comer la carne de estos cuatro animales que no son kasher, pero que tienen ciertos signos de serlo, ¡cuánto más estará pro- hibido comer de los animales que no tienen ningún signo de ser kasher!
Está permitido tocar todos los animales que son tamé mientras que estén vivos, por ejemplo los perros, los gatos, los cerdos, los caballos y los asnos. Incluso está permitido tocar sus cadáveres en muchas ocasiones. Si está permitido tocar un cadáver humano para enterrarlo, ¡cuánto más estará permitido tocar un cadáver de un animal impuro! El cadáver de un animal impuro no tiene el mismo grado de impureza que un cadáver humano. El cadáver humano es la fuente principal de impureza ritual.
Tenemos que entender este texto como que no está permitido tocar los cadáveres de los animales impuros antes de entrar en el templo o antes comer de las cosas consagradas. Rashí dice que esta prohibición de no tocar los cadáveres de estos animales impuros, está limitada al tiempo de las fiestas. En las fiestas es cuando todos los varones tienen que presentarse delante de Hashem en Yerushalayim y esto no se puede hacer en un estado de impureza ritual.
11:9 “de todos los animales que hay en las aguas, podréis comer éstos: todos los que tienen aletas y escamas en las aguas, en los mares o en los ríos, podréis comer.”
Algunos peces pierden sus escamas cuando son sacados del agua. Estos también son kasher. Está permitido comer todo de un pescado, incluso la sangre. El pescado es el animal más limpio que existe. No necesita ningún tipo de preparación para poder ser comido. Está permitido comerlo crudo, pero no vivo.
11:10-12 “Pero todos los que no tienen aletas ni escamas en los mares y en los ríos, entre todo lo que se mueve en las aguas y entre todas las criaturas vivientes que están en el agua, os serán abominación; os serán abominación, no comeréis de su carne y abominaréis sus cadáveres. Todo lo que en las aguas no tenga aletas ni escamas, os es abominación.”
La palabra “abominación” es muy fuerte. Esta es la actitud de un israelita, nativo o injertado, en cuanto a los mariscos y otros animales del agua que no tiene aletas ni escamas. Tres veces es repetida la palabra abominación, lo cual nos advierte que es muy importante. El pulpo, los mariscos, abominables, los cangrejos, el tiburón y el delfín son abominables para comer.
11:13 “Además, éstas abominaréis de entre las aves, no se comerán, son abominación: el águila, el osífrago y el buitre”
Entre las aves hay 24 especies que son inmundas. Todas las demás son limpias. Hay una regla general que la experiencia nos ha enseñado: todo huevo de ave que sea redondo viene de un ave inmunda y todo huevo ovalado viene de un ave limpia. Siguiendo esta norma se podrá saber cuáles son las aves inmundas que están mencionadas en la Torá (pentateuco), y las aves limpias, aptas para el consumo humano.
11:14 “el milano y el aguilucho según su especie”
Según Rashí, hay sub-especies de varias de las aves presentadas en esta lista, que no son similares entre sí, ni en su aspecto ni en sus nombres, pero todas pertenecen a la misma especie.
11:22 “de ellos podéis comer éstos: el arbe según sus especies, el salam según sus especies, el jargol según sus especies y el jagab según sus especies.”
Estas cuatro especies de saltamontes, también llamadas “langostas”, sin tiener nada que ver con las langostas de mar, son las únicas permitidas por la Torá, conferenciar. Mateo 3:4. Sin embargo, hemos perdido el conocimiento de cuáles son. Así que en la actualidad ninguna especie de saltamontes es permitida. El que come sin estar seguro, peca, como está escrito en Romanos 14:23: “Pero el que duda, si come se condena, porque no lo hace por fe (certeza de lo que enseña la Torá); y todo lo que no procede de fe, es pecado.”
11:24 “Por estos, pues, seréis impuros; todo el que toque sus cadáveres quedará impuro hasta el atardecer”
El cadáver de un animal impuro transmite impureza, tamé, esta durará hasta la tarde, cuando el sol baja y la persona queda pura, tahor. Sólo después que se haya sumergido en una mikvé, acumulación de aguas purificadoras, conferenciar versículo 32.
11:25 “y todo el que levante parte de sus cadáveres lavará sus vestidos y quedará inmundo hasta el atardecer.”
Si se toca un cadáver de estos animales sólo hace falta bajar al mikvé y esperar hasta la bajada del sol para ser ritualmente puro otra vez. Pero si uno levanta parte de sus cadáveres, necesita además lavar la ropa.
11:26 “En cuanto a todo animal de pezuña dividida, pero que no forma pezuña hendida, o que no rumian, son impuros para vosotros; todo el que los toque quedará impuro.”
Sólo cuando están muertos transmiten impureza, no cuando están vivos, conferenciar. versículo 31.
Vayikrá/ Levítico
26 Parasha Sheminí
6° Aliyá

"Levítico 9:1 – 11:47"

