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PARASHÁ 29 Ajarei Mot

Levítico 16:1-18:30

Significa “después de LA Muerte”. Comentarios

 

Segunda Aliyá, 16:18-24

 

16:18 “Entonces saldrá al altar que está delante de YHWH y hará expiación por él, y tomará de la sangre del novillo y de la sangre del macho cabrío y la pondrá en los cuernos del altar por todos los lados.”

 

Se refiere al altar de oro en el lugar santo, como está escrito en Éxodo 30:9-10: “no ofreceréis incienso extraño en este altar, ni ofrenda de ascensión ni ofrenda de cereal; tampoco derramaréis libación sobre él. Aharón hará expiación sobre los cuernos del altar una vez al año; hará expiación sobre él con la sangre de la ofrenda de expiación por el pecado, una vez al año por todas vuestras generaciones; santísimo es a YHWH.”

 

Las dos sangres, la del novillo personal del sumo sacerdote y la del macho cabrío del pueblo, fueron mezcladas y colocadas en las cuatro esquinas del altar de oro.

 

16:19 “y rociará sobre él de la sangre siete veces con su dedo, y lo limpiará, y lo santificará de las impurezas de los hijos de Israel.”

 

El sumo sacerdote limpiaba una zona encima del altar y esparcía la sangre siete veces sobre ésta. En total fueron 43 aspersiones de sangre en el santuario, 2 x (1+7) veces en el lugar santísimo, 2 x (1+7) veces sobre el velo desde el lugar santo, 4 veces sobre los cuernos y 7 veces sobre el altar (16+16+4+7=43). La sangre que sobraba fue vertida al pie del altar del atrio.

 

Hebreos 9:11-14, 24-26: “Pero cuando el Mesías apareció como sumo sacerdote de los bienes futuros, a través de un mayor y más perfecto tabernáculo, no hecho con manos, es decir, no de esta creación, y no por medio de la sangre de machos cabríos y de becerros, sino por medio de su propia sangre, entró al Lugar Santísimo una vez para siempre, habiendo obtenido redención eterna. Porque si la sangre de los machos cabríos y de los toros, y la ceniza de la becerra rociada sobre los que se han contaminado, santifican para la purificación de la carne, ¿cuánto más la sangre del Mesías, el cual por el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Eloah, purificará vuestra conciencia de obras muertas para servir al Eloah vivo?... Porque el Mesías no entró en un lugar santo hecho por manos, una representación del verdadero, sino en el cielo mismo, para presentarse ahora en la presencia de Eloah por nosotros, y no para ofrecerse a sí mismo muchas veces, como el sumo sacerdote entra al Lugar Santísimo cada año con sangre ajena. De otra manera le hubiera sido necesario sufrir muchas veces desde la fundación del mundo; pero ahora, una sola vez en la consumación de los siglos, se ha manifestado para destruir el pecado por el sacrificio de sí mismo.”

 

Hebreos 10:19-20: “Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Yeshúa HaMashíaj (Jesús el Mesías), por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne”.

 

Aquí dice que la sangre de Yeshúa es como un camino por el cual podemos llegar al lugar santísimo en el cielo. Esto nos enseña que cuando el sumo sacerdote salpicó hacia abajo siete veces se “dibujó” un camino de sangre que llega hasta el lugar de la manifestación de YHWH, el lugar de intimidad con el Padre celestial, conferenciar. Éxodo 30:36b “donde me citaré allí contigo”. Las siete gotas de sangre que hay en el suelo son como siete pasos que llegan al punto de encuentro. El número siete habla de que hay un rociamiento para cada uno de los milenios de la historia del hombre pecador sobre la tierra. De la misma manera como se salpicó siete veces en la tierra, habrá 7000 mil años de pecado en la tierra que necesitan ser expiados por la sangre del Mesías en el templo celestial. En el octavo milenio ya no habrá pecado, y por esto sólo se salpicaban siete veces en la tierra. Después del séptimo milenio viviremos en una era de justicia, producida por la muerte y resurrección del Mesías.

 

16:21 “después  Aharón pondrá  ambas manos sobre  la cabeza del macho cabrío y confesará sobre él todas las iniquidades de los hijos de Israel y todas sus transgresiones, todos sus pecados, y poniéndolos sobre la cabeza del macho cabrío, lo enviará al desierto por medio de un hombre preparado para esto.”

 

Esta es la tercera confesión que el gran sacerdote hace de los pecados, esta vez por los pecados de todo el pueblo.

 

16:22 “El macho cabrío llevará sobre sí todas sus iniquidades a una tierra solitaria; y soltará el macho cabrío en el desierto.”

 

El gran sacerdote no podía dejar el atrio hasta que el hombre había llegado al desierto. Para saber en qué momento llegó, habían edificado plataformas sobre las cuales se colocaban unas personas. Cuando el hombre llegó al desierto con el macho cabrío, otro hombre agitaba una bufanda sobre la última plataforma para que se viera hasta la plataforma anterior, y así sucesivamente hasta llegar al templo en Yerushalayim.

 

Cuando el pueblo vivía en santidad y justicia, podían ver como el hilo escarlata que estaba colocada en la entrada del santuario se volvió blanco en el momento de la muerte del macho cabrío que fue llevado al desierto. Pero, como hemos visto en el testimonio del Talmud, más adelante este milagro no ocurrió siempre, y después de la muerte de Yeshúa hasta la destrucción del templo, no pasó nunca. Por esto los sabios ya no lo colgaban en la entrada del lugar santo durante los últimos tiempos antes de la destrucción del templo. El Midrash cuenta que el mensajero debía atar la mitad del hilo en el despeñadero y la otra mitad en los cuernos del macho cabrío.

 

Este texto dice que el macho cabrío llevará sobre sí todas las iniquidades de los hijos de Israel. Esto constituye una sombra de lo que iba a hacer Mashíaj ben Yosef, como está escrito en Isaías 53:4, 11-12: “Ciertamente él llevó nuestras enfermedades, y cargó con nuestros dolores; con todo, nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Eloah y afligido...  Debido a la angustia  de su alma, él lo verá y quedará satisfecho. Por su conocimiento, el Justo, mi Siervo, justificará  a muchos, y cargará las iniquidades  de ellos. Por tanto, yo le daré parte con los grandes y con los fuertes repartirá despojos, porque derramó su alma hasta la muerte y con los transgresores fue contado, llevando él el pecado de muchos, e intercediendo por los transgresores.”

 

16:23 “Entonces Aharón entrará en la tienda de reunión y se quitará las vestiduras de lino que se había puesto al entrar en el lugar santo, y las dejará allí.”

 

Esta es la tercera vez que el gran sacerdote cambia sus ropas. Las ropas usadas en el servicio de Yom Kipur tenían que ser guardadas y no podían ser utilizadas para otro Yom Kipur.

 

16:24 “Lavará su cuerpo con agua en un lugar sagrado, se pondrá sus vestidos, y saldrá y ofrecerá su ofrenda de ascensión y la ofrenda de ascensión del pueblo, y hará expiación por sí mismo y por el pueblo.”

 

Al cambiar la ropa hacía falta purificarse en la mikvé. Ahora se ponía sus ropas de oro para sacrificar los dos carneros mencionados en los versículos 3 y 5. También sacrificaba algunos de los sacrificios adicionales, musaf, mencionados en números 29:7-11.

 

Vayikrá/ Levítico
29 Parasha  Ajarei Mot

2 ° Aliyá

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