
PARASHÁ 22 Vayakhel
Éxodo 35:1-38:20
VAYAKHEL Significa “e Hizo que se reuniera”.
Temas de la Parashá
Shemot (Éxodo) 35:1 - 40:38
Nuestra parashá habla sobre los siguientes temas:
Primera aliá (35:1-29): La observancia del shabat. Moshé le ordena al pueblo la construcción del Mishkán (Santuario). Las ofrendas del pueblo de Israel.
Segunda aliá (35:30 - 37:16): Los constructores del Mishkán. La construcción del Mishkán. La construcción del arca. La construcción de la mesa.
Tercera aliá (37:17-29): La construcción del candelabro. La construcción del altar del incienso.
Cuarta aliá (38:1 - 39:1): La construcción del altar de los sacrificios. La construcción
del kior (lugar de lavado). La construcción del patio del Mishkán. Los cómputos de los materiales utilizados en la construcción del Mishkán.
Quinta aliá (39:2-21): La confección del efod. La confección del jóshen.
Sexta aliá (39:22-43): La confección del manto. La confección de las túnicas y otros elementos. La confección del tzitz. La bendición de Moshé.
Séptima aliá (40:1-38): La orden de la inauguración del Mishkán. La erección del Mishkán. La nube y los desplazamientos.
8. Maftir: 38:18-20
Aliyás de la Torá cuando se lee Vayakhel junto con Pekudei:
1. 35:1-29
2. 35:30 – 37:16
3. 37:17-29
4. 38:1 – 39:1
5. 39:2-21
6. 39:22-43
7. 40:1-33
Haftará:
1 Reyes 7:13-26
Brit Hadashah:
lucas 22:47 – 24:53
Vayakhel Significa “e Hizo que Se reuniera”.
Primera Aliyá, 35:1-20
Moshé hace que se reúna toda la congregación de los hijos de Israel y les dice que se puede hacer labores durante seis días pero no en el séptimo. El que haga labor en ese día morirá. No se puede encender fuego en Shabat. Luego les dice que cada generoso de corazón haga una contribución al eterno de todos los materiales necesarios para la construcción del mishkán. Todo sabio de corazón podrá venir y hacer lo que el Eterno ha ordenado. El pueblo se retira de Moshé.
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Primera AliYÁ, 35:1-20
35:2 “Seis días se trabajará, pero el séptimo día tendréis un día santo, un Shabat de reposo completo para YHWH; cualquiera que haga trabajo alguno en él, morirá.”
Es tan importe del Shabat (Día de Reposo), que tiene prioridad sobre la construcción del tabernáculo. El hombre tiene una tendencia de fijarse más en su tarea que en el dador de esa tarea.
El Todo Poderoso da al hombre la posibilidad de desarrollar sus cualidades creativas. A todos nos gusta construir o producir algo.
El hombre puede llegar a valorar tanto su trabajo que puede olvidar las prioridades mayores, como la familia. En este caso, los hijos de Israel corrían el peligro de olvidar al Todo Poderoso por causa de su devoción a la obra de Él mismo.
En este caso, el remedio contra ese peligro es poner el Shabat por encima de la obra del Todo Poderoso. En el Shabat el obrero para de hacer sus obras y se dedica a alabar, orar y tomar tiempo con el Todo Poderoso estudiando su Torá (pentateuco). Esto le ayuda a mantener su relación con Él por encima de su trabajo, aunque sea para Él mismo.
35:3 “No encenderéis fuego en ninguna de vuestras moradas el día de Shabat.”
La razón por la que no se puede encender fuego en Shabat es que el fuego interviene en la creación cambiando los elementos. El hombre no está permitido intervenir en la creación en Shabat para así reconocer que está sometido al creador.
Alguien preguntará: Pero si vivo en un lugar frío donde es necesario encender fuego y añadir combustible al fuego en Shabat para no sufrir daño, ¿qué voy a hacer? ¿Morir de frío? en este caso y en casos similares está permitido encender fuego y añadir combustible a un fuego en Shabat, porque los mandamientos fueron dados para vivir, no para morir, como está escrito en Levítico 18:5: “Por tanto, guardaréis mis estatutos y mis leyes, por los cuales el hombre vivirá si los cumple; yo soy YHWH.”
Así que si uno muere por causa de un mandamiento, no ha cumplido con el propósito del mandamiento que es dar vida. Está permitido quebrantar todos los mandamientos, excepto tres, para salvar una vida humana, porque la vida humana tiene precedencia sobre los mandamientos. Los tres mandamientos que no se pueden violar aunque uno tendrá que dar su vida por causa de ellos son: No practicar idolatría, no asesinar y no cometer adulterio. Con la venida del Mesías se puede añadir una cosa más, no negar a Yeshúa (Jesús) como el Mesías de Israel y el salvador del mundo.
Así que, si uno corre peligro de enfermar por no encender fuego en Shabat, está permitido hacerlo, porque la enfermedad es el primogénito de la muerte y atenta contra la vida humana, cf. Job 18:13.
35:5 “Tomad de entre vosotros una ofrenda para YHWH; todo aquel que sea de corazón generoso, tráigala como ofrenda a YHWH: oro, plata y bronce”
Si un líder predica de manera que los oyentes sienten una obligación de dar ofrenda, no deben hacerle caso. Su forma de sacar dinero del pueblo no es conforme al corazón del Todo Poderoso y posiblemente tiene motivos impuros detrás de esa coacción. No estamos hablando del diezmo, que es una obligación, no una ofrenda voluntaria. En este caso se trata de una ofrenda voluntaria, y no puede ser dada por obligación o con mala gana.
Esto también nos enseña acerca de la importancia del res- peto a la propiedad privada. Aunque el Todo Poderoso sea el dueño de todo el oro y toda la plata, cf. Hageo 2:8, él respeta la administración individual de esos bienes y sólo recibe las ofrendas voluntarias. Hasta el día del juicio, cada uno tiene la libertad para decidir qué hacer con los bienes que tiene bajo su administración. En el hebreo no existe la palabra “tener”. Para decir “yo tengo” se dice “yeshlí” que significa “hay para mí”. Esto nos enseña que todo lo que existe es del Todo Poderoso y nosotros sólo somos administradores de sus bienes, cf. Salmo 24:1; 50:12. Sin embargo, el Todo Poderoso respeta nuestra administración de sus bienes, porque nos ha delegado esa autoridad y no la puede violar y no nos es quitada hasta el día del juicio cuando vamos a entregar cuentas de cómo hemos administrados sus bienes.
35:11 “el tabernáculo, su tienda y sus cubiertas, sus broches y sus tablas, sus barras, sus columnas y sus basas”
En cinco ocasiones son enumerados todos los objetos del mishkán. Esto nos enseña que esta casa es muy importante para el Todo Poderoso y él desea que nos fijemos en cada detalle de ella. De esta manera abrimos nuestras mentes para poder recibir las revelaciones espirituales que están escondidas detrás de estos objetos sagrados.
35:12 “el arca y sus varas, la cubierta y el velo de la cortina”
Como hemos dicho antes, los nueve objetos más sagrados del tabernáculo representan las nueve manifestaciones del espíritu del Mesías en la congregación. El que tiene el ministerio de Malki-Tsedek puede servir en el tabernáculo celestial, cf. Juan 4:21-24. El que ha recibido el espíritu de Mashíaj, que fue dado después de la resurrección, podrá servir en cada uno de los objetos de este tabernáculo celestial, con estas manifestaciones sobrenaturales.
La manifestación inferior es la de hablar sobrenaturalmente en otros idiomas. Esta manifestación está simbolizada por la puerta de entrada al atrio y en el altar de bronce. Son los objetos más lejanos del lugar santísimo.
La manifestación superior es la palabra de sabiduría, representada por la cubierta del arca donde está el trono del Todo Poderoso. Las nueve manifestaciones espirituales están mencionadas en 1 Corintios 12 en el mismo orden que cuando los objetos del tabernáculo fueron presentados por primera vez a Moshé. Sin embargo, vemos que hubo un cambio de orden entre la revelación celestial y la misma construcción. Cuando Betsalel construyó estas cosas empezó con el tabernáculo y luego siguió con los objetos sagrados, según vemos en esta parashá.
Está escrito en Mateo 22:29: “Pero Yeshúa respondió y les dijo: estáis equivocados por no comprender las escrituras ni el poder de Eloha.”
Estas dos cosas son vitales para no equivocarse. Si uno no conoce las escrituras y el poder de Eloha va a errar.
Las manifestaciones sobrenaturales del Espíritu revelan el ministerio del Mesías Yeshúa (Jesús). En las nueve manifestaciones encontramos dos ingredientes básicos, palabras y poder. Estas dos corresponden al fuego que tiene los dos ingredientes, luz y calor. Las manifestaciones son canales por medio de los cuales el Todo Poderoso puede dar al hombre revelaciones de su luz y manifestaciones de su poder, como está escrito en Marcos 6:2: “cuando llegó el día de reposo, comenzó a enseñar en la sinagoga; y muchos que le escuchaban se asombraban, diciendo: ¿dónde obtuvo éste tales cosas, y cuál es esta sabiduría que le ha sido dada, y estos milagros (lit. Poderes) que hace con sus manos?”
Lo que sale del Mesías es sabiduría y poder, conferenciar. Job 12:13. Estas dos cosas fueron canalizadas por las nueve manifestaciones sobrenaturales que estaban operando por medio de Yeshúa (Jesús) en todo su ministerio.
Está escrito en Lucas 5:15: “Y su fama se difundía cada vez más, y grandes multitudes se congregaban para oírle y ser sanadas de sus enfermedades.”
Mateo 14:14: “Y al desembarcar, vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos y sanó a sus enfermos.”
Marcos 6:34 está: “Al desembarcar, el vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, porque eran como ovejas sin pastor; y comenzó a enseñarles muchas cosas.”
Si amamos a las personas, vamos a buscar las manifestaciones sobrenaturales del Espíritu para poder suplir sus necesidades. El pueblo necesita además del conocimiento intelectual de la Torá y la halajá. ¡El pueblo necesita palabras llenas del espíritu y de vida!, como está escrito en Juan 6:63: “el Espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son Espíritu y son vida.”
Juan 7:46: “los alguaciles respondieron: ¡Jamás hombre alguno ha hablado como este hombre habla!”
El ministerio del Mesías se revela en las nueve manifestaciones del Espíritu. Si no buscamos estas manifestaciones con fervor, no vamos a poder ser discípulos fieles del Mesías Yeshúa, porque un talmid hace lo mismo que su rabino. Ser seguidor del Mesías no es solamente seguir la Torá de Moshé como él la siguió, sino también vivir en la esfera espiritual de manifestaciones sobrenaturales en la cual él vivía.
Aquí hace falta que el pueblo se arrepienta y humildemente reconozca que ha recibido demasiada enseñanza de maestros que no están llenos del Espíritu del Mesías y que se mueven solamente en el área de la neshamá (alma) y no en su ruaj (espíritu) porque están llenos de conocimiento, pero espiritualmente muertos.
Cuando hablamos la Torá (Pentateuco), de nuestras bocas tiene que salir el Espíritu de la Torá, porque la letra de la Torá vista solo desde el punto de vista intelectual, mata, pero el Espíritu de la Torá da vida a su letra, conferenciar.
2 Corintios 3:6.
¿Estamos interesados en fluir bajo la unción del Mesías o en decir las palabras y oraciones en idioma hebreo para impresionar a los que no saben hebreo, para aparentar que somos espirituales? Y aun manteniendo en nuestra vida un ego enorme ¿Estamos más interesados en decir “Ruaj” en lugar de “espíritu”, que en la misma esencia de las cosas celestiales?
Entonces hemos caído en la trampa de fijarnos más en las apariencias que en las cosas verdaderas. Hemos dejado de anhelar los dones del Espíritu y sólo alimentamos nuestras mentes con conocimiento intelectual. Este es el primer paso en el camino de la apostasía, adorar las cosas creadas en lugar del creador.
La esencia del judaísmo no se encuentra fuera de Yeshúa (Jesús), sino bajo la unción de Él. Esa unción fue la que inspiró la Torá.
Hay que salir del intelectualismo religioso y volver a las sendas antiguas de poder en las cuales anduvieron nuestros antepasados! ¡Es tiempo de doblar rodillas! ¡Es tiempo de ayunar! ¡Es tiempo de clamar! ¡Es tiempo de orar durante varias horas hasta que el Todo Poderoso derrame de su poder!
¿Por qué no estamos viviendo esos milagros mayores que el Mesías nos prometió? Porque estamos buscando las cosas de la mente en lugar de las del Espíritu. En lugar de ser dirigidos por el Espíritu, queremos saber toda la halajá judía. En lugar de buscar la revelación que el Espíritu está dando de la Torá estamos tragando mentiras inventadas por los hombres como si fueran palabras reveladas del cielo. Por esta razón algunos han salido de nosotros y ahora están negando a Yeshúa. Y en su lugar están a adorando ángeles y a demonios.
Salieron del espíritu y cayeron en la mente. ¡Ay de nosotros sí solamente predicamos palabras! ¡Ay de nosotros sí solamente aprendemos las cosas de memoria! ¡Ay de nosotros si vivimos una fe sin milagros! ¿Cómo el mundo va a conocer a Yeshúa si no mostramos que nuestro mensaje es verdad mediante el poder del Espíritu?
Está escrito en:
Mateo 9:6: “Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados (entonces dice al paralítico): levántate, toma tu camilla y vete a tu casa.”
Juan 14:11: “creedme que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí; y si no, creed por las obras mismas.”
Juan 15:24: “Si yo no hubiera hecho entre ellos las obras que ningún otro ha hecho, no tendrían pecado; pero ahora las han visto, y me han odiado a mí y también a mi Padre.”
1 Corintios 4:20: “Porque el reino de Eloha no consiste en palabras, sino en poder.”
1 Corintios 2:1-5: “cuando fui a vosotros, hermanos, proclamándoos el testimonio de Eloha, no fui con superioridad de palabra o de sabiduría, pues nada me propuse saber entre vosotros, excepto a Yeshúa el Mesías, y éste colgado en un madero. Y estuve entre vosotros con debilidad, y con temor y mucho temblor. Y ni mi mensaje ni mi predicación fueron con palabras persuasivas de sabiduría, sino con demostración del espíritu y de poder, para que vuestra fe no descanse en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Eloha.”
Las manifestaciones espirituales se mueven en una esfera donde el alma no tiene control, por esto las personas que son dominadas por su alma tienen una actitud crítica contra estas manifestaciones, porque no las pueden entender mentalmente y porque no quieren bajar se su confianza segura en su propia mente, conferenciar. 1 corintios 2:14; 1 Timoteo 5:20. Las manifestaciones espirituales también son rechazadas y menospreciadas por la crítica del mundo que odia el Espíritu del Mesías entre nosotros.
1Co 2:13 lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual. 1Co 2:14 Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.
El texto griego en 1 Corintios 12:8-10 está dividiendo las nueve manifestaciones espirituales en tres grupos, como está escrito: “Pues a uno le es dada palabra de sabiduría por el Espíritu; a otro, palabra de conocimiento según el mismo Espíritu; A OTRO, fe por el mismo espíritu; a otro, dones de sanidades por el único Espíritu; a otro, poderes de milagros; a otro, profecía; a otro, discernimientos de Espíritus; A OTRO, diversas clases de idiomas, y a otro, interpretación de idiomas.”
La palabra griega “héteros” aparece dos veces en este texto. Ha sido traducida como “A OTRO”, y para marcar donde aparece en el texto griego la hemos escrito con letras mayúsculas en esta traducción. Estas dos palabras dividen las manifestaciones en tres grupos, que corresponden a las tres divisiones del tabernáculo.
1. Palabra de sabiduría por el Espíritu – la cubierta, conferenciar. Éxodo 25:17-22.
2. Palabra de conocimiento según el mismo Espíritu – el Arca, conferenciar. Éxodo 25:10-16.
División – el velo, cf. Éxodo 26:31-32, la revelación, 1 corintios 13:2; 14:30.
3. Fe por el mismo espíritu – la Mesa, cf. Éxodo 25:23-29.
4. dones de sanidades – una hilera de seis Panes, cf. Éxodo 25:30; levítico 24:5-6.
5. ‘obras de poderes – otra hilera de seis Panes, cf. Éxodo 25:30; levítico 24:5-6.
6. ‘Profecía – las siete lámparas, cf. Éxodo 25:37-40.
7. ‘discernimientos de espíritus – el candelabro, cf. Éxodo 25:31-36, Éxodo 26:36-37, simboliza la profecía, cf. 1 Corintios 13:2; 14:29.
8. ‘diferentes clases de idiomas – el Altar de bronce, cf. Éxodo 27:1-8.
9.’interpretación de idiomas – la Fuente de bronce, cf. Éxodo 30:17-21. En el tabernáculo hay tres puertas, cada una representando un nivel más alto de santidad y de gloria, como está escrito en 1 Corintios 14:27-30:“Si alguno habla en idiomas, que hablen dos, o a lo más tres, y por turno, y que uno interprete; pero si no hay intérprete, que guarde silencio en la congregación y que hable para sí y para Eloha. Y que dos o tres profetas hablen, y los demás juzguen. Pero si a otro que está sentado le es revelado algo, el primero calle.”
Los que hablan sobrenaturalmente en otros idiomas e interpretan esos idiomas están sirviendo en el atrio, el nivel más bajo en el tabernáculo celestial. El nivel de la profecía es superior que el nivel de hablar en otros idiomas. Por eso los que tienen profecía tienen preferencia sobre los que hablan en otros idiomas e interpretan en la congregación, porque al moverse en el nivel del lugar santo pueden transmitir al pueblo con más claridad lo que está sucediendo en el cielo. Pero el nivel de la revelación es superior al nivel de la profecía. La revelación está relacionada con la Torá (pentateuco) que está dentro del arca. Por lo tanto los que se mueven en el nivel de la revelación de la Torá tienen preferencia sobre los que profetizan. De esto aprendemos que cuanto más subamos en el espíritu acercándonos al lugar santísimo, más se aclaran las cosas para la mente de manera espiritual, no natural. Por eso el altar de bronce representa la oración en el Espíritu que no es entendida por la mente, como está escrito en 1 Corintios 14:2, 14: “Porque el que habla en otros idiomas no habla a los hombres, sino a Eloha, pues nadie lo entiende, sino que en su espíritu habla misterios... Porque si yo oro en otros idiomas, mi espíritu ora, pero mi entendimiento queda sin fruto.”
En 1 Corintios 13:1-2: “Si yo hablara idiomas humanas y angélicas, pero no tengo amor, he llegado a ser como metal que resuena o címbalo que retiñe. Y si tuviera profecía, y entendiera todos los misterios y todo conocimiento, y si tuviera toda la fe como para trasladar montañas, pero no tengo amor, nada soy.”
Aquí vemos otra vez como se está hablando de los tres niveles de santidad en el tabernáculo celestial, hablar sobrenaturalmente en otros idiomas, profecía y revelación de los misterios. El metal que resuena hace referencia al altar de bronce en el atrio y el címbalo que retiñe hace referencia a las campanillas de oro en el manto del efod del sumo sacerdote (ver los comentarios de la Parashá 20 – Tetsavé). Los tres niveles están representados por el velo, la pantalla y la puerta.
1. Hablar otros idiomas – la puerta para entrar en el atrio.
2. Profecía – la pantalla para entrar en el lugar santo.
3. Revelación – el velo para entrar en el lugar santísimo.
Como hemos dicho antes, los dos altares representan dos maneras de orar. El altar de bronce en el atrio representa la oración y el canto en otros idiomas, con el espíritu, y el altar de oro en el lugar santo representa la oración y el canto con el entendimiento, como está escrito en 1 Corintios 14:15: “entonces ¿qué? oraré con el espíritu, pero también oraré con el entendimiento; cantaré con el espíritu, pero también cantaré con el entendimiento.”
Shemot / Éxodo
22 Parasha Vayakhel
1° Aliyá

"Éxodo 35:1 – 38:20"

