
Shemot significa “nombres”. Comentarios
Primera Aliyá, 1:1-17
Los hijos de Israel que fueron a Mitsrayim (Egipto) son doce, cada uno fue con su familia. En total salieron 70 almas de los lomos de Yaakov. Muere Yosef y toda su generación. Los hijos de Israel aumentan mucho y la tierra se llena de ellos. Se levanta un nuevo rey en Mitsrayim que no conoce a Yosef. El pueblo de Israel es más numeroso y más fuerte que el pueblo Mitsrí (Egipto) y por eso Paró dice que tienen que proceder astutamente con ellos para que no se multipliquen y sean una amenaza en la guerra y se vayan. Pone capataces que los oprimen con duros trabajos. Edifican las ciudades Pitom y Ramsés. Pero cuanto más los oprimen, más se multiplican. Los mitsries (Egipcios) empiezan a temer a los hijos de Israel y amargan su vida obligándolos a trabajar duramente. El rey de Mitsrayim dice a las parteras hebreas que maten a los hijos recién nacidos y dejen vivir a las hijas. Pero las parteras temen a Eloha (Nuestro Dios) y no hacen caso al rey de Mitsrayim.
Comentarios primera Aliyá, 1:1-17
1:7 “Pero los hijos de Israel fueron fecundos y aumentaron mucho, y se multiplicaron y llegaron a ser poderosos en gran manera, y la tierra se llenó de ellos.”
Aquí vemos como el Eterno cumplió sus promesas de multiplicar a los hijos de Israel.
1:9 “y dijo a su pueblo: He aquí, el pueblo de los hijos de Israel es más numeroso y más fuerte que nosotros.”
Parece ser que al final el pueblo de Israel será mayor que el resto del mundo. Me estoy refiriendo a todos los que por medio de Yeshúa (Jesús) son injertados en el pueblo santo, Conferenciar Romanos 11: 16-21. Hay escrituras que dan a entender que finalmente la mayor parte de la población del mundo se salvará y así entrará en el pueblo de Israel por medio del Mesías.
Isaías 54:1: “Grita de júbilo, oh estéril, la que no ha dado a luz; prorrumpe en gritos de júbilo y clama en alta voz, la que no ha estado de parto; porque son más los hijos de la desolada que los hijos de la casada dice YHWH (Hashem, el nombre refiriéndose a Jehová).”
Gálatas 4:26-28: “Pero la Yerushalayim de arriba es libre; ésta es nuestra madre. Porque escrito está: REGOCIJATE, OH ESTERIL, LA QUE NO CONCIBES; PRORRUMPE Y CLAMA, TU QUE NO TIENES DOLORES DE PARTO, PORQUE MAS SON LOS HIJOS DE LA DESOLADA, QUE DE LA QUE TIENE MARIDO. Y vosotros, hermanos, como Yitsjak, sois hijos de la promesa.”
Más serán los hijos de la Yerushalayim celestial, que los hijos de este sistema mundial.
1:12 “Pero cuanto más los oprimían, más se multiplicaban y más abrían brecha, de manera que llegaron a temer a los hijos de Israel.”
La opresión produjo multiplicación. Pero el creyente falso se aparta cuando viene la presión.
Mateo 13:20 “Y el que fue sembrado en pedregales, éste es el que oye la palabra, y al momento la recibe con gozo; 13:21 pero no tiene raíz en sí, sino que es de corta duración, pues al venir la aflicción o la persecución por causa de la palabra, luego tropieza.”
Cuando somos creyentes verdaderos y viene la opresión crecemos y nos multiplicamos espiritual y físicamente, como está escrito en 2 Timoteo 3:12: “Y en verdad, todos los que quieren vivir piadosamente en el Mesías Yeshúa (Jesús), serán perseguidos.”
En Lucas 6:26 está escrito: “¡Ay de vosotros, cuando todos los hombres hablen bien de vosotros!, porque de la misma manera trataban sus padres a los falsos profetas.”
No debemos tener miedo de las persecuciones porque sabemos que son un medio para nuestra multiplicación. Cuando no hay resistencia tendemos a aflojar nuestra entrega y consagración al Todo Poderoso. Los conflictos y persecuciones nos mantienen en constante alerta y dependencia de nuestro Padre Celestial. No te defiendas en los momentos de calumnia, ¡multiplícate!
En Hechos 4:24-31: “Al oír ellos esto, unánimes alzaron la voz a Eloha y dijeron: Oh, Señor, tú eres el que HICISTE EL CIELO Y LA TIERRA, EL MAR Y TODO LO QUE EN ELLOS HAY, el que por el Espíritu de Santidad, por boca de nuestro padre David, tu siervo, dijiste: ¿Por qué SE ENFURECIERON LOS GENTILES, Y LOS PUEBLOS TRAMARON COSAS VANAS? SE PRESENTARON LOS REYES DE LA TIERRA, Y LOS GOBERNANTES SE JUNTARON A UNA CONTRA HASHEM (El Nombre YHWH) Y CONTRA SU MESÍAS. Porque en verdad, en esta ciudad se unieron tanto Herodes como Poncio Pilato, juntamente con los gentiles y los pueblos de Israel, contra tu santo siervo Yeshúa, a quien tú ungiste, para hacer cuanto tu mano y tu propósito habían predestinado que sucediera. Y ahora, Señor, considera sus amenazas, y permite que tus siervos hablen tu palabra con toda confianza, mientras extiendes tu mano para que se hagan curaciones, señales y prodigios mediante el nombre de tu santo siervo Yeshúa. Después que oraron, el lugar donde estaban reunidos tembló, y todos fueron llenos del Espíritu de Santidad y hablaban la palabra de Eloha con valor.”
Aquí vemos que la opresión sobre la comunidad en Yerushalayim trajo algo bueno. Produjo una oración ferviente. En lugar de pedir que se fuera la opresión pidieron que tuvieran más poder para resistirla y multiplicarse en medio de ella. Nuestra respuesta a la opresión no es escondernos, sino multiplicarnos y extender aún más la Torá y el mensaje del Mesías Yeshúa (Jesús) con el poder del Espíritu del Santo. La vida de un creyente ser una vida de oración y estudio de la Torá.
Un creyente normal debe apartar, un buen tiempo diario a la oración y debe leer a diario las Escrituras. Un líder debe dedicar más tiempo diario a la oración y tomar mucho tiempo en el estudio diario de las Escrituras. También deben dedicar uno o más día a la semana al ayuno. Los líderes deben ayunar de uno a dos días por semana. Así se desata el poder del Eterno entre nosotros y se extenderá más rápido el Reino del Mesías. Si no tomamos en serio estas cosas ahora, cuando no tenemos muchas persecuciones en los países latinos, es posible que el Todo Poderoso permita que venga la persecución para que tomemos en serio nuestro compromiso con el Reino de los Cielos.
El resultado de la persecución en Mitsrayim fue que el pueblo clamó al Todo Poderoso y ese clamor produjo esa gran manifestación del poder en la salida. Las manifestaciones sobrenaturales son los resultados de nuestros sacrificio, pasión y entrega al Todo Poderoso.
En Hechos 8:1b, 4: “En aquel día se desató una gran persecución en contra de la comunidad en Yerushalayim, y todos fueron esparcidos por las regiones de Yehudá y Shomrón, excepto los emisarios... Así que los que habían sido esparcidos iban predicando la palabra.”
La persecución que hubo en Yerushalayim trajo un buen resultado. La palabra se expandió y aún más personas se añadieron a la comunidad.
1:17 “Pero las parteras temían a Eloha, y no hicieron como el rey de Mitsrayim les había mandado, sino que dejaron con vida a los niños.”
Las autoridades han sido puestas por Eloha, como está escrito en Romanos 13:1-6: “Sométase toda persona a las autoridades que gobiernan; porque no hay autoridad sino de Eloha, y las que existen, por Eloha son constituidas. Por consiguiente, el que resiste a la autoridad, a lo ordenado por Eloha se ha opuesto; y los que se han opuesto, sobre sí recibirán condenación. Porque los gobernantes no son motivo de temor para los de buena conducta, sino para el que hace el mal. ¿Deseas, pues, no temer a la autoridad? Haz lo bueno y tendrás elogios de ella, pues es para ti un ministro de Eloha para bien. Pero si haces lo malo, teme; porque no en vano lleva la espada, pues ministro es de Eloha, un vengador que castiga al que práctica lo malo. Por tanto, es necesario someterse, no sólo por razón del castigo, sino también por causa de la conciencia. Pues por esto también pagáis impuestos, porque los gobernantes son servidores de Eloha, dedicados precisamente a esto.”
El propósito principal de las autoridades es castigar al que hace el mal y honrar al que hace el bien, como está escrito en 1 Pedro 2:13-14: “Someteos, por causa del Señor, a toda institución humana, ya sea al rey, como autoridad, o a los gobernadores, como enviados por él para castigo de los malhechores y alabanza de los que hacen el bien.”
Las leyes del Todo Poderoso son las que definen lo que es bueno y lo que es malo, no las leyes de los hombres. Lo que el Todo Poderoso considera correcto es correcto y lo que no, pues no. Así que las leyes de los gobiernos tienen que ajustarse a las leyes divinas para cumplir con su función. Si un gobierno no cumple con el propósito divino será castigado y eventualmente eliminado.
Las Escrituras dicen que un pueblo recibe el gobierno que merece, conferenciar. Nehemías 9:37. Si el pueblo vive en pecado, el Todo Poderoso le da un gobierno malo. El problema de los gobiernos corruptos no son los hombres del gobierno en primer lugar, sino el pueblo que vive en pecado e idolatría. Si el pueblo se arrepiente de sus pecados, el Todo Poderoso le da un gobierno bueno y justo. El pueblo recibe el gobierno que merece. Otros textos que hablan de este tema se encuentran en: Jeremías 27:5-7; Ezequiel 25:14; Proverbios 21:1; 24:21; Eclesiastés 8:2-9; 10:20; Daniel 2:21; 4:17 (Hebreo 14), 25-26 (22-23), 32 (29); 5:21.
Es necesario someterse y obedecer las autoridades que hay, porque han sido puestas por el Todo Poderoso. Nuestra obediencia a las autoridades debe ser ejemplar en todos los asuntos que no contradigan las leyes divinas. El que se somete al gobierno muestra respeto al Todo Poderoso. El que se rebela contra el gobierno con actitudes, palabras u obras, se rebela contra el Todo Poderoso. Sólo hay un caso cuando no podemos obedecer las autoridades, cuando nos intentan obligar a hacer algo en contra de las leyes del cielo, dadas en la Torá de Moshé y explicadas por nuestro Rebe Yeshúa (Jesús). La voluntad y leyes divinas están por encima de las leyes humanas, como está escrito en Hechos 4:19-20 y 5:29: “Mas respondi endo Kefa y yojanán, les dijeron: Vosotros mismos juzgad si es justo delante de Eloha obedecer a vosotros antes que a Eloha; porque nosotros no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído... Mas respondiendo Kefa y los emisarios, dijeron: Debemos obedecer a Eloha antes que a los hombres.”
Las Parteras temieron a Eloha que había dictado que es malo matar a un ser humano. El mandamiento del rey de Mitsrayim se rebeló contra la ley divina. Por lo tanto las parteras no tenían ninguna obligación a obedecer al rey. Hay que temer más a Eloha que a los hombres, como dijo el Mesías en Mateo 10:28: “Y no temáis a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma; más bien temed a aquel que puede hacer perecer tanto el alma como el cuerpo en el infierno.”
Shemot / Éxodo
13 Parasha / Shemot
1° Aliyá
"Nombres"
Éxodo 1:6 - 6:1



