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Parashá 10 Miketz

Bereshit (Génesis) 41:1 - 44:17

Miketz  Significa “Al final”, “Al Cabo”

 

Primera aliyá, 41:1-14

Al final de dos años Paró (Faraón) tiene dos sueños seguidos. En el primero ve como siete vacas gordas suben del río y pacen en el carrizal. Luego suben otras siete vacas flacas y devoran las siete vacas gordas. En el segundo suben siete espigas llenas en un tallo. Luego brotan siete espigas  menudas que devoran  las siete espigas gruesas. Por la mañana su espíritu está turbado y llama a todos los adivinos y sabios y les cuenta sus sueños. Pero ninguno de ellos puede interpretarlos. Entonces el jefe de los coperos reconoce su pecado y cuenta lo que pasó cuando fue puesto en la cárcel junto con el panadero, como un joven hebreo había interpretado los sueños que habían tenido los dos y como se había cumplido su interpretación.

 

Comentarios

Primera aliyá, 41:1-14

 

41:1a “y aconteció que al final de dos años”

 

Yosef (José) tuvo que estar en la cárcel durante 12 años en total. Esto alude a que el Mesías ben Yosef tenía que sufrir y morir por las 12 tribus de Israel. Los dos años también hacen alusión a la resurrección del Mesías después de dos días, como está escrito en

Oseas 6:2: “Nos dará vida después de dos días, al tercer día nos levantará y viviremos delante de él.”

Los dos días hablan incluso del resurgimiento, no solamente del estado de Israel, después de casi dos mil años de no existir, sino del resurgimiento de las diez tribus perdidas de la casa de Yosef. Como Yosef fue sacado de la cárcel al final de dos años, así sus descendientes serán sacados de entre las naciones al final de dos mil años para volver a tomar su lugar dentro de Israel (Opino yo también en el Israel espiritual que está ).

La palabra hebrea traducida  como “al cabo de”  es “Miketz”  y significa “al final”, “al cabo”. Esto nos enseña que los sueños de Paró están hablando no solamente de lo que pasó al final de los dos años más de cárcel que Yosef tuvo que sufrir, sino también de lo que va a pasar al final de los dos mil años de la era mesiánica.

La muerte del panadero y la resurrección del copero antes de los dos años hablan de la muerte y resurrección del Mesías antes de los dos mil años. Y como el copero se olvidó de Yosef durante dos años, así Yeshúa (Jesús)  (Jesús) ha sido ignorado por gran parte del pueblo judío, y el resto del mundo, durante dos mil años.

Al final de los dos años Yosef es levantado para ser virrey, gobernante de toda la nación después del Paró. Esto nos enseña que Yeshúa (Jesús)  ben Yosef (Jesús hijo de José) será puesto como gobernante sobre todas las naciones de la tierra al final de dos mil años después de su muerte y resurrección.

La repetición de la palabra “despertó”, en hebreo “yakats” יָקַץ  yacáts, en los versículos 4, 7 y 21, que se parece a “kets” קֵץ  quets,  “final”, que está en el versículo 1, también nos muestra que los sueños del Paró traen un mensaje para los últimos tiempos. La repetición del relato de los sueños es también una indicación de que no se refiere solamente al tiempo de Yosef sino también al final de este siglo, en relación con la segunda venida y reinado del Mesías ben Yosef.

 

41:14 “entonces Paró mandó llamar a Yosef, y lo sacaron aprisa del calabozo; y después de afeitarse y cambiarse sus vestidos, vino a Paró”

 

La palabra hebrea que fue traducida como “calabozo”  es “bor”  y significa “hoyo”, “pozo”. Es la misma palabra que se encuentra en 37:24. Como ya hemos dicho antes, esto habla de la muerte del Mesías tanto por el pueblo de Israel como por el mundo gentil.

ּוֹר  bor; hoyo (específicamente uno que se usa como cisterna o prisión):- abismo, cantera, cárcel, cisterna, fosa, fuente, hoyo, mazmorra, pozo, sepulcro, sepultura.

“lo sacaron”   habla de la resurrección. El Mesías no salió de la muerte mediante su propia fuerza, fue resucitado por el Padre, como está escrito en

Hechos 2:24: “a  quien Eloha resucitó,  poniendo  fin a la agonía de la muerte, puesto que no era posible que el quedara bajo el dominio de ella.”

 

En Hechos 2:32 está escrito: “A este Yeshúa (Jesús)  (Jesús) resucitó Eloha, de lo cual todos nosotros somos testigos.”

Romanos 10:9 está escrito: “Que si confiesas con tu boca a Yeshúa (Jesús)  (Jesús) por señor, y crees en tu corazón que Eloha le resucitó de entre los muertos, serás salvo.”

 

Las traducciones reina-Valera y la Biblia de las américas lamentablemente no han traducido el texto griego correctamente. Prácticamente en todos los lugares donde habla de la resurrección se ha traducido como “resucitó”  y no “fue resucitado” como realmente dice el texto griego en la mayoría de las veces. No es que Yeshúa (Jesús)  se haya resucitado en sí mismo. No tenía poder para ello, sino el Padre fue el que le levantó de entre los muertos.

“a prisa”    La resurrección fue algo que pasó sumamente rápido, según

Zacarías 3:2b donde está escrito: “¿no es este un tizón arrebatado del fuego?”

 

“afeitarse”   Esto alude al Yetser hará, la inclinación al mal, que fue eliminado por la resurrección del Mesías. El pecado entró en el mundo por medio de un acto físico, cuando el primer hombre tomó el fruto del árbol de la ciencia del bien y del mal. Por medio de la boca entró la semilla del mal en el cuerpo del hombre. Por esto, la sede del pecado está en el cuerpo humano.

Aunque el pecado haya afectado tanto al alma como al Espíritu del hombre, el lugar donde el pecado habita en el hombre es el cuerpo, como está escrito en

Romanos 7:17- 23: “así que ya no soy yo el que lo hace, sino el pecado que habita en mí. Porque yo sé que en mí, es decir, en mi carne, no habita nada bueno; porque el querer está presente en mí, pero el hacer el bien, no. Pues no hago el bien que deseo, sino que el mal que no quiero, eso practico. Y si lo que no quiero hacer, eso hago, ya no soy yo el que lo hace, sino el pecado que habita en mí. Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo la ley de que el mal está presente en mí. Porque en el hombre interior me deleito con la ley de Eloha, pero veo otra ley en los miembros de mi cuerpo que hace guerra contra la ley de mi mente, y me hace prisionero de la ley del pecado que está en mis miembros.”

 

Romanos 6:6: “sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado con él, para que nuestro cuerpo de pecado fuera destruido, a fin de que ya no seamos esclavos del pecado”

 Romanos 8:10 está escrito: “y si el Mesías está en vosotros, aunque el cuerpo esté muerto a causa del pecado, sin embargo, el espíritu está vivo a causa de la justicia.”

 

Yeshúa (Jesús)  tomó nuestros pecados, no en su alma ni en su espíritu, sino en su cuerpo, como está escrito en

1 Pedro 2:24: “y el mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, a fin de que muramos a los pecados y vivamos a la justicia, porque por sus heridas fuisteis sanados.”

 

Así que el pecado estaba en la parte más externa del Mesías Yeshúa (Jesús)  cuando murió. Hay varios ejemplos en las escrituras que hablan de rasurarse el pelo para purificarse, los cuales aluden al momento de la purificación del Mesías del pecado nuestro que estaba en su cuerpo.

 

En Levítico 14:8 está escrito: “Luego el que ha de ser purificado lavará su ropa, se rasurará todo el cabello, se bañará en agua y quedará limpio. Después podrá entrar al campamento, pero por siete días permanecerá fuera de su tienda.”

 

En está escrito Números 8:7: “Así harás con ellos para su purificación: rociarás sobre ellos agua purificadora, y que ellos hagan pasar una navaja sobre todo su cuerpo, laven sus ropas y quedarán purificados.”

 

“cambiar los vestidos”   Esto habla del momento cuando el viejo hombre fue eliminado, simbolizado en las ropas viejas sucias, y el nuevo hombre fue creado, mediante la muerte y resurrección del Mesías, como está escrito en

Zacarías 3:3-4: “y yehoshúa estaba vestido de ropas sucias, en pie delante del ángel. Y éste habló, y dijo a los que estaban delante de él: Quitadle las ropas sucias. Y a él le dijo: Mira, he quitado de ti tu iniquidad y te vestiré de ropas de gala.”

 

(** La forma larga del nombre Yeshúa. Aquí se habla del sumo sacerdote yehoshúa/Yeshúa que vivía durante el tiempo del inicio del culto en el segundo templo, después de la vuelta de la deportación a Babilonia. su ministerio es una figura profética que apunta hacia el Mesías Yeshúa como sacerdote según el orden de Malki-tsedek.)

 

En Lucas 15:22 está escrito: “Pero el padre dijo a sus siervos: “Pronto; traed la mejor ropa y vestidlo, y poned un anillo en su mano y sandalias en los pies”

 

En 1 Corintios 15:42-54: “así es también la resurrección de los muertos. Se siembra un cuerpo corruptible  (la vieja ropa), se resucita un cuerpo incorruptible (la nueva ropa); se siembra en deshonra, se resucita en gloria; se siembra en debilidad, se resucita en poder; se siembra un cuerpo natural, se resucita un cuerpo espiritual. Si hay un cuerpo natural, hay también un cuerpo espiritual. Así también está escrito: el  primer hombre, adán, Fue  hecho alma Viviente. El último adán, espíritu que da vida. Sin embargo, el espiritual no es primero, sino el natural; luego el espiritual. El primer hombre es de la tierra, terrenal; el segundo hombre es del cielo. Como es el terrenal, así son también los que son terrenales; y como es el celestial, así son también los que son celestiales. Y tal como hemos traído la imagen del terrenal (la vieja ropa), traeremos también la imagen del celestial (la nueva ropa). y esto digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de eloha; ni lo que se corrompe hereda lo incorruptible.  He aquí, os digo  un misterio: no todos dormiremos, pero todos seremos transformados en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la trompeta final; pues la trompeta sonará y los muertos resucitarán incorruptibles, y nosotros seremos transformados. Porque es necesaria que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad. Pero cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: devorada ha sido la Muerte en victoria.”

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En 2 corintios 5:2-3: “Pues, en verdad, en esta morada gemimos, anhelando ser vestidos con nuestra habitación celestial; y una vez vestidos, no seremos hallados desnudos. Porque asimismo, los que estamos en esta tienda, gemimos agobiados, pues no queremos ser desvestidos, sino vestidos, para que lo mortal sea absorbido por la vida.”

 

En Filipenses 3:20-21: “Porque nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también ansiosamente esperamos a un salvador, el señor Yeshúa (Jesús)  el Mesías, el cual transformará el cuerpo de nuestro estado de humillación en conformidad al cuerpo de su gloria, por el ejercicio del poder que tiene aún para sujetar todas las cosas a sí mismo.”

 

En Romanos 6:5-6: “Porque si hemos sido unidos a él en la semejanza de su muerte, ciertamente lo seremos también en la semejanza de su resurrección, sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado con él , para que nuestro cuerpo de pecado fuera destruido, a fin de que ya no seamos esclavos del pecado”

 

“vino al Paró”

De la misma manera el Mesías, después de haber sido resucitado, fue elevado hasta lo sumo y presentado ante el Padre celestial para servirle como sumo sacerdote según el orden de Malki-tsedek, como está escrito en

Salmo 110:1 y 4: “Salmo de David. Dice el eterno a mi señor: siéntate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies... el eterno ha jurado y no se retractará: tú eres sacerdote para siempre según el orden de Malki-tsedek.”

 

En 1 Pedro 3:22: “quien está a la diestra de Eloha, habiendo subido al cielo después de que le habían sido sometidos ángeles, autoridades y potestades.”

 

En Filipenses 2:9: “Por lo cual Eloha también le exaltó hasta lo sumo, y le confirió el nombre que es sobre todo nombre”

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Génesis 41:1 - 44:17

1° Aliyá

Génesis 41:1- 14
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