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Resumen ff Ki Tizá

(Éxodo 30:11-34:35)

 

 “Y le dijo Hashem a Moshé: ‘Ve y baja, pues se corrompió tu pueblo que sacaste de la tierra de Egipto. Se alejaron rápidamente del camino que les ordené; hicieron un becerro, se inclinaron ante él y le ofrendaron y dijeron: ‘Este es tu dios, Israel, que te sacó de la tierra de Egipto’” (Shemot 32:7-8).

 

Ellos calcularon mal el tiempo, y por eso desesperaron. Es una mala jugada de la mala inclinación, el Ietzer hara, el ego, tal vez les dijo: Su maestro, el murió…

El ego, la mala inclinación es una parte inseparable de la naturaleza humana. Pero debemos aprender a vivir con ella y dominarla. Behalá es la turbación, pánico, nervios cuando se nos dan las cosas. Venimos de una alegría de un milagro hace cinco minutos y luego nos turbamos cuando no nos sale algo como queremos. (Por nada estéis afanosos). La midot o cualidad de la tranquilidad espiritual es la base para todas las buenas cualidades y la integridad moral en el temor de YHWH. Ilumina el alma y guía al resto de las cualidades y las buenas acciones, su esencia paz interior, moderación, reflexión y meditación sobre cada cosa.

 

  1. Amor incondicional a tu pueblo que es del otro lado.

Por favor borra mi nombre del libro que has escrito. ¿Estaba dispuesto a perder su conexión con el libro que había escrito él mismo por amor a un pueblo que pecaba descaradamente?

Moshé se relacionaba y los amaban no por lo que hacían sino por lo que eran (y por lo que llegarían a ser). Su amor era incondicional por ellos, cuando los miraba, miraba un alma judía. La chispa divina que tenía. El potencial que poseían. Como un diamante en bruto y sin tallar,  pero en esencia es una piedra preciosa. Cada judío es esencialmente bueno, sus defectos son externos (su alma es buena, la mala inclinación no somos nosotros.) pero son asperezas que se pueden pulir, suavizar o eliminar. El potencial de un judío es la chispa divina que lleva a dentro, el potencial de brillar. Moshé inspiró e inspira al pueblo judío a que vea su gran valor. Eso nos debe hacer reflexionar. Debemos (auto) pulir ese diamante, encender la llama a través de los preceptos de Dios. (Díganse Evangélicos, mesiánicos, practicantes del judaísmo. Podemos pedir a YHWH que los castigue a todos ellos por idólatras o podemos pedirle al Todo poderoso que los perdone a costa de perder nuestra propia gloria o bendición. ¿Qué crees que prefiere nuestro Rey?)

Le preguntaron a un rab que trabajaba y atendía personas constantemente. ¿Usted no se cansa? Y respondió: a la hora de contar diamantes uno no debe cansar.

 

  1. Aferrándonos a la experiencia y sosteniendo la llama.

Como pudieron caer tan bajo estando en un nivel espiritualmente alto y adorar un ídolo en muy poco tiempo. Cuando uno experimenta una inspiración grandiosa puede sentir que palpa a Dios, pero todas las experiencias por muy poderosas e inspiradora que sean si uno no hace nada por(interiorizarlas y meditar en ellas profundamente con el deseo de aferrarse a ellas, con el deseo y la motivación consiente de tratar de cumplirlas), aunque hayan sido y sigan siendo especiales, no toman efecto.

 

Las inspiraciones se esfuman tal como las memorias se desvanecen. Para evitar caerse de la sima al terminar el momento elevado uno no puede depender únicamente de ese instante conmovedor hay que tomar en cuenta la importante fase de internalizarlo y aplicarlo con constancia e integridad.

 

Nuestros antepasados omitieron el procesar el evento de la entrega de la Torá (Pentateuco) y por ende terminaron adorando el becerro de oro. Día a día nos pasa, shabat tras shabat (Día de estudio de las escrituras) nos ocurre que escuchamos una buena charla, leemos un excelente libro y nos sentimos motivados, iluminados y sacudidos y pensamos “Qué bonito sería llevar una vida más elevadas con un poquito de divinidad más revelada” pero al poquito tiempo esta idea se desvanece, y seguimos con las rutinas y arrastres de los que queríamos salir. Pasa eso porque las inspiraciones rápidas generalmente no son duraderas, por eso debemos aprovechar esos momentos de inspiración para materializar esos sentimientos y pensamientos en hechos concretos, entender su contenido y trascendencia y mantener esaconexión que se produjo.

 

Es importante mantenernos inspirado pero hay que lograr que una inspiración no se evapore y perdure haciéndola tomar parte de nuestras vidas de forma continua es lo verdaderamente ideal. Es aprovechar esa chispa que se generó para avivar una llama. La chispa viene de Hashem (El Nombre, refiriéndose a Dios con respeto) y es importante, agarrarse de ella, no dejarla ir, y avivarla es nuestra responsabilidad. (Agarrarla, recordarla, volverla a leer entre semana, evocar lo que sentimos cuando lo leímos o experimentamos la primera vez…La parábola de las Vírgenes son la mejor ilustración que aferrarnos a cada experiencia el Todo Poderoso, en medio de la prueba, como oliva machacada,y buscar experiencias con Él, más es la mejor manera de mantener la Menorá encendida, la llama, el amor)

2 Timoteo 1:6-7 “6 Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos.7 Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.”

Hab 3:2  Oh Jehová, he oído tu palabra, y temí.  Oh Jehová, aviva tu obra en medio de los tiempos,  En medio de los tiempos hazla conocer;  En la ira acuérdate de la misericordia. 

 

  1. La Torá dice escríbelo para ti.

Isa 30:8  Vé, pues, ahora, y escribe esta visión en una tabla delante de ellos, y regístrala en un libro, para que quede hasta el día postrero, eternamente y para siempre.

Cuando uno escribe algo se le graba más en la mente. Es un mandamiento. Si no sabes explicarlo, no lo sabes, pero si sabes escribirlo se te queda gravado en la cabeza porque tienes que pensarlo bien, aunque hoy la gente escribe también mucha basura, pero al menos tiene que pensarlo; pues las palabras salen rápido de la cabeza. Además la lectura hace a las personas más inteligente pues al leer la persona tiene que meditar y analizar lo que lee más que cuando solo escucha y esas palabras entran más fuerte al corazón.

Cada uno debe tener un cuaderno, dicen los rabinos (Maestros). Pero no hay grabaciones y libros ¿para qué tengo que escribirlo? No es solo para tenerlo en futuro, sino para que te entre a la cabeza. Cuando escribes una parashá que te gustó, cada día un día vas a tener un cuaderno y lo vas a poder revisar, volver a vivir y poder revivir todo lo que experimentaste con el Eterno y renovar los principios que habías aprendido.

Un sabio decía que él no tenía que escribir nada pues todo lo sabía de memoria, un día le dio alzheimer y lo olvidó todo. La peor tinta es mejor que la mejor memoria. La Torá es escrita porque El Eterno hiso un pacto con nosotros, es un acuerdo donde ambos lados deben de cumplir, si una de las dos partes no cumple la otra no está obligada a hacerlo.

Moshé estuvo 40 días y 40 noches corridas sin comer, y qué hiso allí, escribió sobre las tablas de la ley la palabra del pacto. Los 10 mandamiento son fruto de la escrituras.

Cuantos son los días de ayunos seguidos que más has estado. ¿Por qué en cuarenta días, No pudo Hashem enseñársela en uno o dos días? Él puede hacer cualquier cosa. Eso nos enseña que a las escrituras hay que dedicarle tiempo y esfuerzo, no se aprende por arte de magia ni pasada por un puerto USB.

A Moshé se le quedó grabada la tora en la cabeza. Como hace Hashem para que una cosa quede grabada de por vida, tan profundo en la cabeza, que aun sin repasar no se le olvidó más. Te dicen un teléfono o un nombre y al rato no te acuerdas. Muchos incrédulos han tenido sexo con una persona y al otro día no se acuerdan del nombre.

 

¿Cómo podemos recordar mejor la Torá? Tal vez no como Moshé, pero al menos mejorar. Agárrese dónde esté, lo que va a oír o leer es fuerte.

MIENTRAS UNA PERSONA ESTÉ MÁS AMARRADO, MÁS DEPENDIENTE APEGADO A LOS DESEOS MUNDANOS A LAS COSAS DE ESTE MUNDO LE CUESTA MÁS MEMORIZAR LA TORÁ (las escrituras)  y entender principios de Torá. Cuando una persona tiene su cabeza en el Olam hazeh הזה העולם (Mundo presente)

Hablan de un joven excelente en el estudio de la Torá, pero de repente bajó la calidad, el nivel de Estudio. ¿Qué pasó? Le regalaron un celular nuevo. A pesar de tener el horario de estudio. Pero su cabeza ahora estaba en aprender todas las aplicaciones y teclas del celular. No podemos estar en todo al mismo tiempo, pues vas a estar en una cosa más que otra.

Mateo 6:24  Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.

Lucas 16:13  Ningún siervo puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios(A) y a las riquezas.

 

Si tú quieres aprender la Torá (Pentateuco, Biblia) como Moshé bien profundo en la cabeza, tienes que saber que él se desconectó de este mundo, pero no un minuto, Cuarenta días. Ahí si se te va a quedar la Torá  bien grabada de manera que no se te va a olvidar toda la vida. Estas dispuesto a hacer algo así. Estás en el Shabat (día de reposo) con la cabeza en diez cosas (digamos también así del día de estudio, para los evangélicos que estudian esa pequeñita porción de escrituras que comparten, llamada sermón). Así si te entró la Torá o el sermón en la cabeza; pero en segundo o tercero o décimo lugar.

Todo está en el interés de escuchar las sagradas escrituras. Mientras más interés y entusiasmo tienes, más concentración pones, cuando más importancia le das más se te va a quedar en la cabeza. Está comprobado por la ciencia y la pedagogía que según el interés en un tema, cultura, religión o deporte, influye en el aprendizaje. Si algo para ti es sumamente importante no se te va a olvidar.

 Un doctor le dice a su paciente, si no tomas este medicamento en la noche mañana seguro que no amaneces vivo ¿será que se le olvida al paciente? Será que si repito alguna enseñanza el año que viene alguno de ustedes me dirá: Ya eso lo enseñó. LO QUE PARA TI ES SUMAMENTE IMPORTANTE, NO SE TE VA A OLVIDAR. Si le das la primera importancia a la Torá no se te va a olvidar.

Cuando estés frente a Hashem te va a preguntar: Dedicaste tiempo a fijarte (darle importancia) a la Torá. Al que estudia desde Joven se parece a un papel limpio y claro. Proverbio 22:6 Instruye al niño en su camino, y aun cuando sea viejo no se apartará de él.

Moshé estuvo 40 días y 40 noches, se desconectó completamente del Olam hazeh הזה העולם (Mundo Presente). No le interesaba nada del Olam hazeh הזה העולם. Se parecía a un ángel, el que haga eso la Torá se le imprime en los huesos, graba la Torá en su genética.

Cuando un hombre hace esto su vida y su cara brilla como la de Moshé, es una Menorá viva, y alumbra con su luz (su testimonio de una vida de poco ego) a las tablas de la ley. Él alumbraba con su cara las Tablas de la Torá. El hombre con las tablas grabadas en su corazón puede hacer más de lo que se imagina. La gente perdió su potencial porque no sabe que es una Neshamá (alma) con un potencial ilimitado.

 

De hechos reales: Un adolecente era tan desobediente que su maestro en una escuela de un pequeño poblado le dijo que si no cambiaba lo expulsaba. Y como el adolecente no cambió su actitud, lo expulsó. El papá y la mamá en la noche conversaban en su cuarto sobre la suerte del adolecente y decidieron pedirle al zapatero que lo empleara para repartir los zapatos reparados a domicilio, pues para nada más servía. El niño escucho en la habitación contigua y arrepentido pidió a su papá y mamá una nueva oportunidad, estos a su vez le comunicaron esto al maestro. “Está bien, una última oportunidad” Se llegó a convertir en el maestro de La Yeshivá (escuela de Torá)  más grande de una época en Israel Natzí Yiboló. Él le decía a sus alumnos: Miren el potencial que tenemos, yo podía haber sido un zapatero toda mi vida, y cuando llegue a la presencia del Eterno podría decirme, Señor Zapatero por qué no abriste la Yeshivá más grande de tu época y escribiste varios libros de Torá. Hubiera tenido que responder que quién soy yo para hacer eso, no puede ser, siendo un simple zapatero de toda mi vida. Hashem (el nombre) me hubiera dicho: Sí tú tenías el potencial.

De este suceso real podemos ver la fuerza y el potencial que cada uno tiene dentro. Lo que pasa que nosotros mismos no lo podemos creer. Con nuestro ego hemos disminuido casi a cero el poder de nuestra alma. No confiamos en nosotros mismos.

La cara de Moshé alumbraba, no era un humano normal, después de eso, cuarenta años en el desierto tenían que usar un velo o máscara con dos huequitos en los ojos para que la gente no se espantara. ¿De dónde sacó ese brillo? De la Torá. Hashem quería darle un mensaje a todas las generaciones de todas las Épocas. ¡Que poder Tiene la Torá en las manos de alguien que la estudie con el máximo interés y por ella y por Hashem desprecia el Olam hazeh הזה העולם! A esa persona que por valorar la Torá más que a todo y por ello desprecia el Olam hazeh, aprende, profundiza, encuentra tesoros y le brilla el rostro de la alegría y de fe por los principios de la Torá.

 

 

Estudiar Torá, comer escrituras, escudriñarlas no es un problema de conocimiento sino de relación, no es que porque vamos a adquirir conocimientos vamos a cambiar, es un problema de que con una palabra profunda y viva, trastorna el corazón y avivamos esa relación. 

Alguien me decía que con el Jardín de la fe tiene para toda su vida, es verdad el libro es poderoso. Pero lo mismo le pasa a otra persona con las enseñanzas evangélicas y los pastores televisivos, a ella una enseñanza trastornadora la ayuda unos tres meses y luego queda vacía de nuevo y vuelve a sufrir por sus errores.

Le decía a ellas, La relación entre un hombre y una mujer es sombra de la relación del Eterno con las almas, si no hay creatividad pueden caer en la rutina, pero Él no va a permitir que caiga en la rutina, por eso Él pone su amor, su poder su conocimiento y sus verdades que trastornan de amor al alma, en muchos libro, muchos autores, muchos predicadores. Pero a la vez permite un poquito de contaminación  por allá, algunas mentiras acá y otras contaminaciones más allá. Para que las almas lo busquen, escudriñen y lo deseen como la Sulamita  que dijo: Cantares 2:5  Sustentadme con pasas, confortadme con manzanas;  Porque estoy enferma de amor.

 

El prueba el amor de las almas. Hoy muchos huyen de la ramera o imperio romano actual, pero al hacerlo su alma, porque no es buena, cae en el otro extremo del error. La contaminación que hay también entre las hermosas enseñanzas de las raíces. Así Dios quiere ¿por qué? Para probar las almas.

Por eso El Todo Poderoso permite que la cizaña crezca junto al trigo (las mentiras escondidas entre la palabra, solo debemos darnos cuenta que eso que parecía palabra y no lo era, no nos trajo fruto)

Mateo 13:25  Pero mientras dormían los hombres, vino su enemigo y sembró cizaña entre el trigo, y se fue.

Mat 13:26  Y cuando salió la hierba y dio fruto, entonces apareció también la cizaña.

Mat 13:27  Vinieron entonces los siervos del padre de familia y le dijeron: Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde, pues, tiene cizaña?

Mat 13:28  El les dijo: Un enemigo ha hecho esto. Y los siervos le dijeron: ¿Quieres, pues, que vayamos y la arranquemos?

Mat 13:29  El les dijo: No, no sea que al arrancar la cizaña, arranquéis también con ella el trigo.

Mat 13:30  Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega; y al tiempo de la siega yo diré a los segadores: Recoged primero la cizaña, y atadla en manojos para quemarla; pero recoged el trigo en mi granero.

 

 Deu 13:1  Cuando se levantare en medio de ti profeta, o soñador de sueños, y te anunciare señal o prodigios, Deu 13:2  y si se cumpliere la señal o prodigio que él te anunció, diciendo: Vamos en pos de dioses ajenos, que no conociste, y sirvámosles; Deu 13:3  no darás oído a las palabras de tal profeta, ni al tal soñador de sueños; porque Jehová vuestro Dios os está probando, para saber si amáis a Jehová vuestro Dios con todo vuestro corazón, y con toda vuestra alma. Deu 13:4  En pos de Jehová vuestro Dios andaréis; a él temeréis, guardaréis sus mandamientos y escucharéis su voz, a él serviréis, y a él seguiréis.

No hay justificación, el alma sabe que debe depender solo de Él, que no debe buscar ni en imágenes, energías, ángeles o deidades la solución. Solo en Él y con Él. Todo lo que se salga de ahí es maldad de corazón.

 

Ki Tizá

Cómo la grandiosa generación que vivió en el desierto pudo cometer un pecado como ese tan poco tiempo después de recibir la Torá.

 

Dios castigó al pueblo judío: inmediatamente después del pecado, Dios le dijo a Moshé: "…he aquí que mi ángel irá delante de ti…"(1). Rashi explica que eso era un castigo; hasta ese momento, Dios mismo había guiado al pueblo judío en el desierto, pero desde ese momento en adelante lo comenzaría a guiar un ángel.

 

Nuestros sabios nos enseñan que Dios castiga medida por medida, lo cual significa que la naturaleza del castigo nos puede ayudar a entender la naturaleza del pecado. ¿Cuál era la medida por medida en este castigo por el pecado del Becerro de Oro?

El pueblo judío cometió un pecado que pareciera ser idolatría. Los comentaristas explican que el pueblo judío no pretendía adorar el becerro, sino que querían que éste fuera un intermediario entre ellos y Dios. Cuando pensaron que Moshé había muerto, se asustaron; creyeron que no podían tener una relación directa con Dios y, por lo tanto, que necesitaban un intermediario para que los representara ante Él. Ellos no negaron a Dios, sino que creyeron equivocadamente que necesitaban que algún ser los representara ante Dios y que les transmitiera Sus enseñanzas y bondad (2).

Con esta explicación podemos entender cuál fue la causa del pecado del Becerro de Oro: el pueblo judío creyó que necesitaba un intermediario porque, inconscientemente, no deseaban una relación directa con Dios.

Y esta no era la primera vez que aparecía esta debilidad; en la entrega de la Torá, después de que Dios les dijera directamente los dos primeros mandamientos, ellos le pidieron a Dios que dejara de hablarles directamente y que en cambio se comunicara con Moshé, para que éste les transmitiera posteriormente lo que Él dijese.

En parashat Vaetjanán, Moshé criticó al pueblo por este aparentemente inofensivo pedido; Rashi explica que Moshé les dijo: "Ustedes me entristecieron y decepcionaron”. Él exclamó: “¿Acaso no hubiera sido mejor para ustedes aprender directamente de la boca de Dios en lugar de aprender de mí?” (3). Este temor a una relación directa con Dios fue el responsable de los terribles eventos que culminaron con el Becerro de Oro. El castigo medida por medida fue que habría un ángel intermediario guiándolos, en lugar de estar bajo la guía directa de Dios.

Más adelante en la parashá vemos un fuerte contraste entre la actitud del pueblo y la de Moshé. Después de lograr que Dios perdonara al pueblo judío, Moshé vio que era un et ratzón, un momento en que sus palabras estaban siendo recibidas, y que tenía una oportunidad para pedirle algo a Dios. ¿Qué eligió pedir? "Por favor muéstrame Tu Gloria" (4). Pidió la capacidad de percibir a Dios en un mayor nivel al que había experimentado hasta ahora; el objetivo principal de Moshé era incrementar su consciencia y cercanía a Dios.

Los incidentes que relata la Torá no están ahí meramente para ofrecer una lectura entretenida; tanto las acciones positivas como negativas del pueblo judío que aparecen en la Torá están llenas de enseñanzas: inconscientemente, la generación del desierto no deseaba una relación directa con Dios y, como consecuencia, se tornaron demasiado dependientes de intermediarios.

 

(Un familiar de una amiga dijo: yo no quiero aprender judaísmo pues después tengo que miedo que tenga que cumplir muchas cosas, o algo así, otros viven espiritualmente hablando de la relación y revelación de su líder, pastor o rabino; que Hashem, Dios, quiere que tengamos una relación directa con Él. Entre muchos motivos por los cuales muchos evitan eso es el alto grado de compromiso de eliminar el ego de deberíamos enfrentar, muchos aman mucho a su amalec, a su Egipto a su ego, o están cómodos con él, o tienen miedo enfrentarlo, entre otras cosas ff)

 

¿Cómo nos afecta a nosotros esa carencia? En ocasiones podemos estar tan reconcentrados en nuestra rutina de servicio a Dios que nos olvidamos de Dios mismo. Al igual que la generación del desierto se enfocó demasiado en intermediarios, nosotros podemos terminar en un estado en el que los árboles no nos dejen ver el bosque, es decir, que nos enfoquemos demasiado en los medios (Apariencia) que deberíamos usar para acercarnos a Dios y olvidemos que sólo son medios y no un fin (esencia) en sí mismos

También es posible pensar que las mitzvot (mandamientos) son el objetivo en lugar de la cercanía a Hashem. Obviamente debemos esforzarnos para hacer las mitzvot lo mejor que podamos y es imposible que nos acerquemos a Hashem (incumplir mitzvot es hacer acciones egoístas, y un egoísta está lejos de Él) sin respetarlas. El judaísmo no cree que la meditación y la contemplación sean suficientes por sí mismas; el judaísmo es un sistema de valores que hace hincapié tanto en las acciones (apariencias, en este caso actuar religioso) como en la creencia (esencia). Tenemos que ser muy cuidadosos de hacer mitzvot sin pensar en Hashem creyendo al mismo tiempo que hemos cumplido la mitzvá en un nivel satisfactorio.

Hay muchas formas simples mediante las cuales podemos evitar el peligro de olvidar que el propósito de nuestro servicio espiritual es desarrollar nuestra relación con Dios; la más obvia es estudiar libros que traten sobre emuná(creencia), bitajón (confianza) o plegaria.

Hay muchas lecciones que podemos aprender del incidente del Becerro de Oro. Una de las más importantes es recordar que tenemos la capacidad para tener una relación directa con Dios y que todo lo demás es secundario en comparación con este objetivo.

Shemot / Éxodo
21 Parasha /Ki Tisá

1° Aliyá A

"Éxodo 30: 11-"
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