
Los dos ángeles llegan a Sedom por la tarde. Lot se levanta de su puesto de juez en la puerta y los recibe inclinándose hasta el suelo. Les ruega que se hospeden en su casa una noche, pero ellos no quieren. Prefieren quedarse en la calle durante la noche. Pero por la insistencia logra convencerles y así entran a comer panes sin levadura con él. Cuando se van a acostar todos los hombres de la ciudad rodean la casa pidiendo que se les entreguen los dos visitantes para tener relaciones homosexuales con ellos. Lot sale para hablar con ellos pidiendo que no obren perversamente con los huéspedes. Les ofrece sus dos hijas vírgenes en lugar de los varones, pero los hombres no lo aceptan y empiezan a ser violentos. Los dos ángeles intervienen metiendo a Lot en la casa. Luego cierran la puerta y hieren a los hombres con ceguera para que no la encuentren. Luego avisan a Lot que van a destruir la ciudad y le ordena sacar a sus familiares del lugar. Ninguno de ellos toma en serio la amenaza y al final los dos Malajim tendrán que actuar, toman a Lot, su esposa y sus dos hijas y los saca y los pone fuera de la ciudad diciendo: “huye por tu vida. No mires detrás y no te detengas en el valle. Escapa al monte para que no perezcas.” Pero Lot pide al eterno permiso para huir a una ciudad pequeña que no está muy lejos para salvar su vida.
19:1 “llegaron, pues, los dos ángeles a Sedom al caer la tarde, cuando Lot estaba sentado a la puerta de Sedom. Al verlos, Lot se levantó para recibirlos y se postró rostro en tierra”
El hecho de estar sentado en la puerta significa que ocupaba un puesto importante de concejal en la municipalidad de la ciudad. En esa época el gobierno de las ciudades estaba sentado en las puertas. Así que cuando el Mesías dice que las puertas del sheol no prevalecerían contra la congregación edificada por él (Mateo 16:18), es un hebraísmo que hace referencia a los gobiernos de los gentiles que no van a poder impedir el crecimiento y triunfo de la congregación Mesiánica (Que sigue al mesías, le mismo que cristiana que sigue a Cristo).
Rashí destaca el hecho de que la palabra hebrea para “estaba sentado”, “yoshev”, está escrita de forma defectiva, sin la vav. Esto indica que en ese mismo día Lot había sido nombrado juez en Sedom.
Lot se levantó ante estas personas en señal de respeto. En el judaísmo se sigue la regla de levantarse ante personas de mayor rango. En levítico 19:32 está escrito: “delante de las canas te pondrás en pie; honrarás al anciano, y a tu Elohim temerás; yo soy Hashem.”
Los ancianos deben ser honrados por los más jóvenes. El no levantarse cuando un padre o un anciano entran en la habitación constituye una falta de respeto en Israel.
En Job 29:7-10: “cuando yo salía a la puerta de la ciudad, cuando en la plaza tomaba mi asiento, me veían los jóvenes y se escondían, y los ancianos se levantaban y permanecían en pie. Los príncipes dejaban de hablar y ponían la mano sobre su boca; la voz de los nobles se apagaba, y la lengua se les pegaba al paladar.”
Esta es la manera de tratar a una persona que tiene un rango superior, por ser padre o abuelo, por su edad, por su posición de autoridad en la sociedad o en la comunidad de creyentes. Cada uno de estos puestos representa al eterno y al mostrar respeto a ellos de una manera visible se está honrando a Elohim, que es el juez supremo que ha delegado de su autoridad a estas personas dándoles el puesto que tienen. El respeto que uno tiene al eterno tiene que ser manifestado ante las autoridades que han sido puestas por él.
Según el Midrash había una ley en Sedom que prohibía a los habitantes recibir a los extranjeros. Lot desafió esta ley y recibió a los transeúntes.
“se postró” – la raíz de esta palabra hebrea es “shajá” [13] que significa “inclinarse en reverencia”. La palabra fue traducida al griego como “proskuneo” [14] que tiene el mismo significado. Ninguna de estas palabras corresponde a la palabra española adorar en el sentido “inclinarse en respeto ante el altísimo”. Pueden ser entendidos de esta manera cuando son usadas en relación con el culto al eterno, pero no es el sentido principal de estos términos. Si “shajá” hubiera significado adorar, constituiría un pecado el hecho de que Lot se inclinara hasta la tierra ante estos ángeles del altísimo.
Un estudio minucioso de estos dos términos nos revela que cuando se habla en las traducciones cristianas de adoración a Yeshúa o al hijo de Elohim, no es necesario que ese sea el significado de estas palabras. Es un resultado de la doctrina católica de la trinidad que ha dado color a las palabras traducidas.
Al revisar el libro de revelación se ve que el cordero no recibe la adoración, sólo el Padre. No está permitido adorar al hijo como se adora al Padre, porque al adorar se está reconociendo la máxima autoridad, y el hijo no la tiene. El Padre está sobre él y al adorar al hijo se está despreciando al Padre que le dio al hijo toda autoridad.
Según Filipenses 2 toda rodilla tiene que doblarse en el nombre de Yeshúa. No significa que tienen que doblarse ante Yeshúa, sino ante el Padre en el nombre de Yeshúa, lo cual significa que por medio de Yeshúa todos reconocerán la autoridad máxima del Padre. Y así el Padre será glorificado por medio del hijo, como está escrito en Filipenses 2:11:“y toda lengua confiese que Yeshúa HaMashiaj es Adón, para gloria de Elohim Padre.”
Esto es una cita de Isaías 45:23-25 que dice: “Por mí mismo he jurado, ha salido de mi boca en justicia una palabra que no será revocada: Que ante mí se doblará toda rodilla, y toda lengua jurará lealtad. De mí dirán: “sólo en YHWH hay justicia y fuerza.” a él vendrán y serán avergonzados todos los que contra él se enojaron. En el eterno será justificada y se gloriará toda la descendencia de Israel.”
Ahora, se puede inclinar ante el hijo en reverencia para reconocer la autoridad que ha recibido del Padre, pero no para ponerle en el lugar del Padre. En el judaísmo un hijo nunca puede estar por encima de su padre o reemplazar a su padre durante su vida. El cristianismo ha reemplazado al Padre al cantar al hijo como si fuera el Mayor. Es tiempo de denunciar esta falta de respeto al rey eterno, inmortal, invisible, único Elohim, que merece honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén.
19:15 “Y al amanecer, los ángeles apremiaban a Lot, diciendo: levántate, toma a tu mujer y a tus dos hijas que se encuentran aquí, para que no seáis destruidos en el castigo de la ciudad.”
En este texto hay una palabra sumamente interesante. Es la palabra hebrea “hanimtsaot” que se traduce como “las que se encuentran”. La idea es que Hashem había encontrado a estas dos hijas de los. el Midrash usa la regla de “guezerá shavá” –similitud de expresiones– para conectar este texto con el salmo 89:20 donde habla de David que fue encontrado por el eterno, como está escrito:
“he hallado a David mi siervo; lo he ungido con mi óleo santo”
El Midrash [15] hace la pregunta: “¿dónde lo hallé (a David)?”, y luego contesta: “¡en Sedom!”.
Esto requiere una explicación. Las dos hijas de Lot tuvieron dos hijos que llegaron a ser dos pueblos, los pueblos Moav y amón. Más adelante la moabita Rut entra en la congregación de Israel por el casamiento con Boaz y se convierte en una de los ancestros del rey David y el Mesías. De la misma manera el rey shlomo se casa con una amonita, naamá, y engendra a rejavam (roboam), cf. 1 reyes 14:21, 31; 2 crónicas 12:13. El rey rejavam es uno de los padres del Mesías.
Así que los ancestros del Mesías estaban en Sedom. Esta fue una de las razones por las que los ángeles tenían que ir allí a salvar a Lot y a sus hijas. Allí Hashem encontró a David y a Ben David, el hijo de David.
La mujer de Lot era de Sedom y así hubo una conexión genética entre este malvado pueblo y el Mesías. ¡en el cuerpo del Mesías había genes que venían de Sedom! de esta manera el Mesías Yeshúa podía también hacer tikún, rectificación por sus ancestros, y llevar su pecado en su cuerpo y morir también por ellos para que hubiera una posibilidad de Teshuvá, arrepentimiento, y perdón como está escrito en
Mateo 11:23-24: “Y tú, Kafarnaúm, ¿acaso serás elevada hasta los cielos? ¡hasta el sheol descenderás! Porque si los milagros que se hicieron en ti se hubieran hecho en Sedom, ésta hubiera permanecido hasta hoy. Sin embargo, os digo que en el día del juicio será más tolerable el castigo para la tierra de Sedom que para ti.”
En Deuteronomio 23:3-4 está escrito: “ningún amonita ni moabita entrará en la asamblea de Hashem; ninguno de sus descendientes, aun hasta la décima generación, entrará jamás en la asamblea de Hashem, porque no fueron a vuestro encuentro con pan y agua en el camino cuando salisteis de Egipto, y porque alquilaron contra ti a Bilam, hijo de Beor, de Petor en Mesopotamia, para maldecirte.”
¿Cómo es posible entonces que estas dos mujeres, rut y naamá, que eran de estos dos pueblos, Moav y amón, pudieran entrar en Israel y, además, ser ancestros del Mesías?
Según el Talmud [16], Boaz, que se casó con Rut, fue el mismo que el juez ivtsán de Beitlejem, (Jueces 12:8). El, o algún juez anterior, habían establecido que el mandamiento de la prohibición a los moabitas y amonitas sólo era aplicable a los varones, no a las mujeres. Así se había establecido una halajá de hombres que aplicaba la Torá en esa situación actual en la que vivían. Uno puede poner en cuestionamiento esa halajá, y seguramente no faltaban voces que dudaban de la autenticidad de David para tener el derecho al trono de Israel. Pues la madre de su abuelo era moabita, cf. Rut 4:22; salmo 69:8.
El juez y gran profeta Shmuel confirmó la halajá hecha por los jueces de Israel al ungir a David como rey en Israel. Esto lo hizo por orden divina. Así que el eterno mismo apoyó la halajá hecha por los hombres que excluían a las mujeres de los dos mandamientos de Deuteronomio 23:3-4.

31-Oct-15
Bereshit / Génesis
4° Parasha / Vayerá
Génesis 19:1-20
3° Aliyá

