
Parashá 14
Éxodo 6:2-9:35
Vaerá “y me mostré, Y apareceré”
Sexta Aliyá, 8:23 (19 Hebreos) – 9:16
Hashem hace diferencia entre su pueblo y el pueblo de Faraón. El día siguiente entran los animales dañinos en todo Egipto y la tierra se está destruyendo. Faraón permite que hagan sacrificios a su Elohim dentro del país. Pero Moshé responde y dice que no conviene porque para los egipcios es abominación lo que van a sacrificar al Eterno. Entonces los apedrearían. Necesitan una distancia de tres días de camino y allí ofrecerán. Faraón dice que los dejará ir a la estepa, sólo que no vayan muy lejos. Cuando Moshé sale de la presencia de Faraón ruega al Eterno que los animales se alejen para el día siguiente. Hashem (El Nombre) hace lo que Moshé le pide y no queda ni un solo animal. Pero Faraón hace pesado su corazón y no deja salir al pueblo.
Moshé tendrá que ir a Faraón otra vez y decirle que deje ir al pueblo para servir al Elohim de los hebreos. Si se niega dejarlos vendrá la mano del Todo Poderoso sobre el ganado de Faraón. Pero nada del ganado de Israel perecerá. Hashem lo hace el día siguiente. Faraón envía para saber que todo el ganado de Egipto ha perecido pero del ganado de Israel no ha muerto ninguno. Pero el corazón de Faraón se hace pesado y no deja ir al pueblo.
Moshé y Aharón tendrán que tomar puñados de hollín de un horno y Moshé tendrá que esparcirlo hacia el cielo ante Faraón. Se convertirá en polvo fino en toda la tierra que produzca úlceras y ampollas en hombres y animales. Cuando lo hacen, lo magos no pueden estar delante de Moshé por causa de las úlceras. Pero El Todo Poderoso refuerza el corazón de Faraón y no hace caso, como Hashem ha dicho.
Moshé tendrá que levantarse temprano y decir a Faraón que deje ir al pueblo para que sirva al Elohim de los hebreos. Todas las plagas vendrán sobre él, sus siervos y su pueblo para que sepan que no hay otro como Él en toda la tierra. Si la peste hubiera venido sobre el pueblo, habría muerto, pero Hashem le mantiene para mostrarle su poder y para que su nombre sea proclamado por toda la tierra.
Sexta Aliyá, 8:23 (19 Hebreos) – 9:16
8:23 “y yo haré distinción entre mi pueblo y tu pueblo”
El Todo Poderoso sigue separando entre la luz y las tinieblas. Hay diferencia entre los hijos de Israel y los hijos de los demás pueblos. Ser santo significa ser diferente, apartado. Si el pueblo quiere ser igual que las demás naciones, pierde su luz que viene de la Torá, como está escrito en Mateo 5:14-17:“Vosotros sois la luz del mundo. Una ciudad situada sobre un monte no se puede ocultar; ni se enciende una lámpara y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en la casa. Así brille vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas acciones y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos. No penséis que he venido para abolir la ley o los profetas; no he venido para abolir, sino para cumplir.”
8:26 “Pero Moshé respondió: no conviene que lo hagamos así, porque es abominación para los egipcios lo que sacrificaremos a YHWH nuestro Elohim. Si sacrificamos lo que es abominación para los egipcios delante de sus ojos, ¿no nos apedrearán?”
Las ovejas fueron consideradas como dioses por los egipcios.
8:30 “y salió Moshé de la presencia de Faraón y oró a YHWH.”
La palabra hebrea que ha sido traducida como “oró” es “va-yetar” cuya raíz es “atar” que significa “orar”, “interceder”, “quemar incienso”. Está relacionada con la palabra “atar” que significa “aumentar”, “abundar”, “multiplicar”. Esto nos enseña que Moshé oró con intensidad. La oración eficaz tiene que ser hecha con fervor, como está escrito en Lucas 18:1-8:“Y les refería una parábola para enseñarles que ellos debían orar en todo tiempo, y no desfallecer, diciendo: Había en cierta ciudad un juez que ni temía a Elohim ni respetaba a hombre alguno. Y había en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él constantemente, diciendo: “Hazme justicia de mi adversario.” Por algún tiempo él no quiso, pero después dijo para sí: “Aunque ni temo a Elohim, ni respeto a hombre alguno, sin embargo, porque esta viuda me molesta, le haré justicia; no sea que por venir continuamente me agote la paciencia.” Y el Señor dijo: Escuchad lo que dijo el juez injusto. ¿Y no hará Elohim justicia a sus escogidos, que claman a El día y noche? ¿Se tardará mucho en responderles? Os digo que pronto les hará justicia. No obstante, cuando el Hijo del Hombre venga, ¿hallará fidelidad en la tierra?”
En Jacobo (Santiago) 5:16b-18 está escrito: “La oración intensa del justo puede lograr mucho. Eliyahu (Elías) era un hombre de pasiones semejantes a las nuestras, y oró fervientemente para que no lloviera, y no llovió sobre la tierra por tres años y seis meses. Y otra vez oró, y el cielo dio lluvia y la tierra produjo su fruto.”
Tanto Moshé como Eliyahu (Elías) oraban según la voluntad del Eterno. A pesar de ello necesitaban orar con fervor e intensidad para que el Eterno hiciera según su voluntad. Nuestro Rebe (maestro) nos enseña que debemos ser como la viuda molesta en nuestras oraciones. El que no ora con esta kavaná, intensidad, fervor, no atraviesa las barreras espirituales que hay en los aires para que la oración llegue con fuerza hasta el trono. El Eterno dependía de la oración de Moshé para cumplir con sus propósitos en Egipto. Así que si no oramos no se cumple el plan del Eterno en nuestro alrededor. El propósito de la oración es que se cumpla la voluntad del Eterno en la tierra como se hace en el cielo.
9:3 “he aquí, la mano de YHWH está sobre tus ganados que están en el campo: sobre los caballos, sobre los asnos, sobre los camellos, sobre las vacadas y sobre las ovejas.”
Esta es la plaga decisiva. Si Faraón no se arrepiente ahora ya no habrá más oportunidad para ser salvo y su alma se perderá, y después de la resurrección de los muertos, será echado con cuerpo y alma en el lago de fuego para ser destruidos para siempre, como está escrito en Mateo 10:28:“y no temáis a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma; más bien temed a aquel que puede hacer perecer tanto el alma como el cuerpo en el infierno.”
En Mateo 25:41 está escrito: “Entonces dirá también a los de su izquierda: “Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno que ha sido preparado para Hasatán y sus ángeles.”
“la mano de YHWH está”
Aquí encontramos la palabra hebrea “hayá”, “ser” o “estar”, de forma presente, “hoyá” (hey, vav, yud, hey). Es la única vez en todas las Escrituras que el verbo “ser” es conjugado en presente. En el idioma hebreo normalmente no se usa el verbo “ser” o “estar” en presente. Aquí hay una excepción.
9:4 “Pero YHWH hará distinción entre los ganados de Israel y los ganados de Egipto, y nada perecerá de todo lo que pertenece a los hijos de Israel”
En medio de las plagas de los últimos tiempos habrá una providencia especial de parte de nuestro Padre celestial, de modo que podremos sobrevivir de manera sobrenatural, incluso cuando no tendremos derecho de comprar ni vender, (Revelación13:17), como el profeta Eliyahu (Elías) durante los tres años y medio de sequía, cuando los cuervos vinieron con comida y hubo multiplicación de los pocos alimentos que quedaban en la casa, conferenciar 1 reyes 17:4, 6, 14, 16.
9:15-16 “Porque si yo hubiera extendido mi mano y te hubiera herido a ti y a tu pueblo con pestilencia, ya habrías sido cortado de la tierra. Pero en verdad, por esta razón te he permitido permanecer: para mostrarte mi poder y para proclamar mi nombre por toda la tierra.”
En la quinta plaga de la peste YHWH protegió a Faraón y su pueblo para que la peste no pasara a ellos. Lo hizo con el propósito de seguir manifestando sus milagros. A partir de la sexta plaga, la de las úlceras, el Eterno interviene en el corazón de Faraón y le fortalece en su obstinación. Ya había pasado la raya de la gracia del Eterno y no hubo vuelta atrás, sin posibilidad de arrepentimiento. YHWH lo utiliza para mostrar sus grandes milagros a todo el mundo. Así es como tenemos que entender la enseñanza de Romanos 9:14-24 donde está escrito: “¿Qué diremos entonces? ¿Qué hay injusticia en Elohim? ¡de ningún modo! Porque Él dice a Moshé: tendré misericordia del que yo tenga misericordia, y tendré compasión del que yo tenga compasión Así que no depende del que quiere ni del que corre, sino de Elohim que tiene misericordia (porque todos pecaron y no merecen nada). Porque la Escritura dice a Faraón: para esto mismo te he levantado, para demostrar mi poder en ti, y para que mi nombre sea proclamado por toda la Tierra. Así que del que quiere tiene misericordia, y al que quiere endurece. Me dirás entonces: ¿Por qué, pues, todavía reprocha Elohim? Porque ¿quién resiste a su voluntad? Al contrario, ¿quién eres tú, oh hombre, que le contestas a Elohim? ¿dirá acaso el objeto modelado al que lo modela: Por qué me hiciste así?¿o no tiene el alfarero derecho sobre el barro de hacer de la misma masa un vaso para uso honorable y otro para uso ordinario? ¿y qué, si Elohim, aunque dispuesto a demostrar su ira y hacer notorio su poder, soportó con mucha paciencia a los vasos de ira preparados para destrucción? Lo hizo para dar a conocer las riquezas de su gloria sobre los vasos de misericordia, que de antemano El preparó para gloria, es decir, nosotros, a quienes también llamó, no sólo de entre los judíos, sino también de entre los gentiles.”
A base de la decisión futura del propio individuo, YHWH puede predestinarnos para ciertas tareas, como dice Gálatas 1:15-16:“Pero cuando Elohim, que me apartó desde el vientre de mi madre y me llamó por su gracia, tuvo a bien revelar a su Hijo en mí para que yo le anunciara entre los gentiles, no consulté enseguida con carne y sangre”
Jeremías 1:5: “Antes que yo te formara en el seno materno, te conocí, y antes que nacieras, te consagré, te puse por profeta a las naciones.”
En Isaías 49:1, 5: “Escuchadme, islas, y atended, pueblos lejanos. YHWH me llamó desde el seno materno, desde las entrañas de mi madre mencionó mi nombre... Y ahora dice YHWH (el que me formó desde el seno materno para ser su siervo, para hacer que Yaakov vuelva a Él y que Israel se reúna con Él, porque honrado soy a los ojos de YHWH y mi Elohim ha sido mi fortaleza).”
De esta manera podríamos decir que Faraón fue formado en el vientre de su madre con las cualidades necesarias para poder ser rey de Egipto y poder tener esa fuerza de resistencia que es necesaria para oponerse ante el poder del Eterno. Es cierto que el Eterno no desea la muerte de nadie, conferenciar Ezequiel 18:32, sino más bien que se arrepienta de su pecado y sea salvo para la eternidad. Pero si la persona no quiere ser salva, YHWH respeta su decisión y la prepara para ser un vaso de ira y destrucción, es decir saca provecho de su creación lo que pueda, al igual que en una casa hay vasos de deshonra que sirven durante un tiempo, pero luego son destruidos.
Shemot / Éxodo
14 °Parasha / Vaerá
6° Aliyá

"Éxodo 6:2 - 9:36"
“y me mostré"

