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Reuvén encuentra unas mandrágoras y las trae a su madre. Rajel  las quiere y Leá se las vende a cambio de una noche con Yaakov. Así Leá se queda embarazada de nuevo y da a luz a su quinto hijo, Yisajar. Luego tiene su sexto hijo, Zvulún, y al final una hija, Diná. Elohim (Dios) escucha la oración de Rajel (Raquel)  y le hace concebir y dar a luz a Yosef.

Yaakov quiere partir de la casa de Laván con su familia y le pide permiso para partir. Pero Laván le ruega que se quede con él porque se ha dado cuenta de que el Todo poderoso le ha bendecido por causa suya.

 

Cuarta aliyá, 30:14-27

30:14 “Fue Reuvén en los días de la cosecha de trigo, y halló mandrágoras en el campo, y las trajo a su madre Leá. Entonces Rajel dijo a Leá: Dame, te ruego, de las mandrágoras de tu hijo.”

 

La palabra hebrea que ha sido traducida como “mandrágoras”,  es “dudaim” que, según rashí, significa jazmines o violetas que despiden una fragancia agradable que induce al buen ánimo. También son mencionada en Cantares 7:13  Las mandrágoras han dado olor,..” La identidad exacta de esta planta es desconocida. Otros la identifican con mandrágoras que son consideradas como fertilizantes. Otras de las opiniones es que son la flor de la higuera y la manzana.

 

30:17-20 “Escuchó Elohim a Leá, y ella concibió, y dio a luz el quinto hijo a Yaakov. Y Leá dijo: Elohim me ha dado mi recompensa porque di mi sierva a mi marido. Y le puso por nombre Yisajar. Concibió Leá otra vez y dio a luz el sexto hijo a Yaakov. Y Leá dijo: Elohim me ha favorecido con una buena dote; ahora mi marido vivirá conmigo, porque le he dado seis hijos. Y le puso por nombre Zvulún.”

 

Aquí se menciona el número de los dos últimos hijos de Leá, el quinto y el sexto. Esto nos da pie a relacionar los siete hijos de Leá con la historia del mundo. Los dos primeros hijos corresponden a los dos primeros milenios de la historia desde Adam hasta Avraham, Reuvén representa la creación de los hombres, y Shimón representa la respuesta de las oraciones que subieron al cielo durante el segundo milenio, en el diluvio y por nuestro padre Avraham. Shimón fue el hijo más cruel de los doce y también simboliza el tiempo en la historia humana cuando la gran mayoría eran impíos, durante las generaciones anteriores al diluvio y durante la apostasía en la torre de Bavel.

Los dos hijos siguientes representan los dos mil años entre Avraham y el Mesías Yeshúa (Jesús). Allí se instituyó el ministerio levítico, y la casa de Yehudá, de la cual vienen los judíos, fue la única que sobrevivió los ataques de los enemigos. Luego Leá dejó de dar a luz y nacieron otros hijos para Yaakov, lo cual representa la entrada de los gentiles por medio de la conversión en el Mesías Yeshúa (Jesús), como está escrito en

 

Mateo 4:13-15: “y saliendo de Natseret, fue y se estableció en Kfar-najum, que está junto al mar, en la región de Zvulún y de Naftalí; para que se cumpliera lo dicho por medio del profeta Isaías, cuando dijo: ¡tierra De Zvulún Y tierra De Naftalí, camino del mar, al otro lado del Yarden, Galilea de los gentiles!”

 

Aquí  son mencionadas las tribus  Zvulún y Naftalí como tierra de los gentiles, según la cita del profeta Isaías 9:1, lo cual habla de venida de la era mesiánica que abre la puerta a los gentiles para entrar en Israel.

Así que los dos últimos hijos de Leá, Yisajar y Zvulún, representan los dos mil años de era mesiánica, entre la primera y la segunda venida de Yeshúa (Jesús). Yisajar significa “el recompensará”. Esto alude al fruto de la aflicción del alma del Mesías con la salvación del pueblo judío y los gentiles, como está escrito en

 

Isaías 53:11:“Debido a la angustia de su alma, él lo verá y quedará satisfecho. Por su conocimiento, el Justo, mi siervo, justificará a muchos, y cargará las iniquidades de ellos.”

 

“Y Lea dijo: Elohim me ha dado mi recompensa porque di mi sierva a mi marido”

 

Esto es una referencia a que Israel será recompensado por haber aceptado a los gentiles dentro de su pueblo, como está escrito en

 

Romanos 11:25- 26: “Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis sabios en vuestra propia opinión: que a Israel le ha acontecido un endurecimiento parcial hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles; y así, todo Israel será salvo”

 

Zvulún significa “morada” y durante la era mesiánica, el espíritu del Mesías ha hecho morada en los que reciben las palabras de Yeshúa (Jesús), como está escrito en

 

Juan 14:16-18,23:“Y yo rogaré al Padre, y él os dará otro consolador para que esté con vosotros para siempre; es decir, el espíritu de verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque ni le ve ni le conoce, pero vosotros sí le conocéis porque mora con vosotros y estará en vosotros. No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros... si alguno me ama, guardará mi palabra; y mi Padre lo amará, y vendremos a él, y haremos con él morada.”

 

“ahora mi marido vivirá conmigo, porque le he dado seis hijos.”

 

Zvulún es el sexto hijo de Leá, lo que indica que al final de la era mesiánica, donde estamos viviendo ahora, el sexto milenio desde Adam, vendrá el esposo, el Mesías, de vuelta para morar entre su pueblo, como está escrito en

Juan 14:3:“Y si me voy y preparo un lugar para vosotros, vendré otra vez y os tomaré conmigo; para que donde yo estoy, allí estéis también vosotros.”

 

30:21 “Después dio a luz una hija, y le puso por nombre Diná.”

 

Diná es la forma femenina de “din”,  que significa “juicio” y “justicia”. Diná es el séptimo hijo de Leá, y representa el reino mesiánico. Esto significa que antes del séptimo milenio, el reinado mesiánico, cada uno de los justos y todas las naciones gentiles serán juzgados conforme a sus obras, como está escrito en

 

Daniel 7:26-27: “Pero el tribunal se sentará para juzgar, y su dominio le será quitado, aniquilado y destruido para siempre. Y la soberanía, el dominio y la grandeza de todos los reinos debajo de todo el cielo serán entregados al pueblo de los santos del altísimo. Su reino será un reino eterno, y todos los dominios le servirán y le obedecerán.”

 

En Mateo 25:31-32 está escrito: “Pero cuando el hijo del hombre venga en su gloria, y todos los ángeles con él, entonces se sentará en el trono de su gloria; y serán reunidas delante de él todas las naciones; y separará a unos de otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos.”

 

En 2 corintios 5:10: “Porque todos nosotros debemos comparecer ante el tribunal del Mesías, para que cada uno sea recompensado por sus hechos estando en el cuerpo, de acuerdo con lo que hizo, sea bueno o sea malo.”

 

Diná es también una referencia al final del milenio cuando el resto de los hombres serán juzgados, como está escrito en

Revelación 20:11-15: “Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de cuya presencia huyeron la tierra y el cielo, y no se halló lugar para ellos. Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie delante del trono, y los libros fueron abiertos; y otro libro fue abierto, que es el libro de la vida, y los muertos fueron juzgados por lo que estaba escrito en los libros, según sus obras. Y el mar entregó los muertos que estaban en él, y la Muerte y el Sheol entregaron a los muertos que estaban en ellos; y fueron juzgados, cada uno según sus obras. Y la Muerte y el Sheol fueron arrojados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda: el lago de fuego. Y el que no se encontraba inscrito en el libro de la vida fue arrojado al lago de fuego.”

 

Diná es una mujer, y durante el séptimo milenio se celebrará la boda del cordero donde la novia del Mesías tendrá un papel predominante, como está escrito en

Revelación 19:7-9: “regocijémonos y alegrémonos, y démosle a él la gloria, porque las bodas del cordero han llegado y su esposa se ha preparado. Y a ella le fue concedido  vestirse de lino fino, resplandeciente y limpio, porque las acciones justas de los santos son el lino fino. Y el ángel  me dice: escribe: “Dichosos los que están invitados a la cena de las bodas del cordero.” Y me dice: estas son palabras verdaderas de Elohim.”

 

Los otros hijos también simbolizan el tiempo de la era mesiánica, entre la primera y segunda venida del Mesías.

Dan representa el juicio que vino al mundo por medio de Yeshúa (Jesús), según está escrito en

 

Juan 3:19: “Y este es el juicio: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, pues sus acciones eran malas.”

 

En Juan 9:39 está escrito: “Y Yeshúa (Jesús) dijo: Yo vine a este mundo para juicio; para que los que no ven, vean, y para que los que ven se vuelvan ciegos.”

 

En Juan 12:31: “Ya está aquí el juicio de este mundo; ahora el príncipe de este mundo será echado fuera.”

 

En Hechos 15:19: “Por lo cual yo juzgo, que los que de los Gentiles se convierten a Elohim, no han de ser inquietados”

 

Naftalí representa la lucha entre hermanas que vino después de la muerte de los apóstoles con la formación del  catolicismo y parte del cristianismo que violó el judaísmo bíblico, como está escrito en

 

Hechos 20:29-30: “sé que después de mi partida, vendrán lobos feroces entre vosotros que no perdonarán el rebaño y que de entre vosotros mismos se levantarán algunos hablando cosas perversas para arrastrar a los discípulos tras ellos.”

 

En 2 Pedro 2:1: “Pero  se levantaron falsos profetas  entre el pueblo,  así como habrá también falsos maestros entre vosotros, los cuales encubiertamente introducirán herejías destructoras, negando incluso al señor que los compró, trayendo sobre sí una destrucción repentina.”

 

Gad representa las congregaciones  de muchos  gentiles que abrazan la fe en el Mesías de Israel, como está escrito en

Lucas 2:29-32:“ahora, señor, permite que tu siervo se vaya en paz, conforme a tu palabra; porque han visto mis ojos tu salvación la cual has preparado en presencia de todos los pueblos; luz de revelación a los Gentiles, y gloria de tu pueblo Israel.”

 

Y en Hechos 15:14-18: “Simón ha relatado cómo Elohim al principio tuvo a bien tomar de entre los gentiles un pueblo para su nombre. Y con esto concuerdan las palabras de los profetas, tal como está escrito: Después de esto  Volveré,  Y reedificare el tabernáculo de David Que  ha  caído. Y reedificare sus ruinas, Y lo levantare de nuevo, Para que el resto de los hombres busque al señor, Y todos los gentiles que son llamados por mi nombre, dice  el señor, que  hace saber todo esto desde tiempos antiguos.”

 

En Romanos 16:4 está escrito: “los cuales expusieron su vida por mí, a quienes no sólo yo doy gracias, sino también todas las congregaciones de los gentiles.”

 

Asher representa la gran felicidad que experimentará todo Israel en los últimos tiempos al recibir la Revelación de Yeshúa (Jesús) como el Mesías, como está escrito en

Hechos 3:12b; 19-21: “Varones israelitas... arrepentíos y volved a Elohim,  para que vuestros pecados sean borrados, a fin de que tiempos de refrigerio vengan de la presencia del señor, y él envíe a Yeshúa (Jesús), el Mesías designado de antemano para vosotros, a quien el cielo debe recibir hasta el día de la restauración de todas las cosas, acerca de lo cual Elohim habló por boca de sus santos profetas desde tiempos antiguos.”

 

30:23-24 “Y ella concibió y dio a luz un hijo, y dijo: Elohim ha quitado (“asaf”) mi afrenta. Y le puso por nombre Yo- sef, diciendo: Que el eterno me añada (“Yosef”) otro hijo.”

 

Rajel, que significa “oveja”, dio a luz a Yosef que simboliza al cordero de Elohim, el Mesías ben (hijo de) Yosef, el siervo sufriente. El nombre Yosef viene de la raíz “yasaf”, “añadir”, y hace juego con la raíz “asaf”, que significa tanto “quitar” como “añadir”.

Esto significa que el papel del Mesías implica tanto el hecho de quitar como añadir. Por un lado habla de su muerte y resurrección y por el otro lado habla de su misión de quitar el pecado y la muerte y luego añadir gentiles dentro del pueblo escogido. Esto se ve también reflejado en la vida de Yosef que vino para salvar al mundo y los hijos de Israel en Egipto y causar que dos tribus más fueran introducidas en Israel, Efrayim y Menashé.

 

 

Génesis 30:14-27
7° Parasha / Vayetsé
Bereshit / Génesis
21-Nov-15

4° Aliyá

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