
Laván le ofrece un salario a Yaakov para que siga trabajando. Yaakov dice que no lo quiere sino que desea seguir trabajando y obtener su propio rebaño como salario de los moteados, manchados y oscuros que nazcan a partir de ahora. Laván acepta con gusto y aparta de sus rebaños todos los que no sean blancos y los deja al cuidado de sus hijos. Yaakov se queda con el resto. Entonces toma varas de tres clases de árboles y les saca tiras de la corteza para descubrir lo blanco. Luego coloca las varas delante de los rebaños donde están apareando cuando vienen a beber. Así los rebaños tienen crías rayadas, moteadas y manchadas. Yaakov aparta esos corderos y forma así su propio rebaño aparte. También coloca los rebaños en dirección a lo rayado y negro del rebaño de Laván. Cuando los robustos del rebaño de Laván se aparean, Yaakov pone las varas delante, pero cuando los débiles se aparean no pone las varas. Así las crías fuertes llegan a ser de Yaakov y las débiles de Laván. De esta manera prospera el hombre en gran manera, con grandes rebaños, siervos y siervas, camellos y asnos.
Los hijos de Laván empiezan a decir que Yaakov ha quitado el rebaño de su padre. La actitud de Laván tampoco es como antes. Hashem le dice vuelva a su tierra y a sus familiares y estará con él. Yaakov envía a llamar a sus esposas al campo para consultar con ellas. Les cuenta que Laván le ha cambiado el salario diez veces y que a pesar de eso Elohim le ha bendecido. En una visión supo cómo lograr cambiar los colores de las crías y así conseguir su propio rebaño del rebaño de Laván. Ellas están de acuerdo en salir de la casa y se someten a todo lo que Elohim ha dicho a Yaakov
Quinta aliyá, 30:28 – 31:16
30:39 “así se apareaban los rebaños junto a las varas; y los rebaños tenían crías rayadas, moteadas y manchadas.”
La Torá (Instrucciones para la vida) no es un libro de biología. Pero en este texto enseña cómo cambiar la genética de los rebaños según estímulos exteriores, de manera sobrenatural. El hombre hace un acto natural y el Eterno responde con un acto sobrenatural. Este principio se encuentra en todas las escrituras. Yaakov actuó según una visión celestial que un ángel le había dado. No podemos desatar el poder sobrenatural del Todo Poderoso si no tenemos una revelación, como está escrito en
Juan 5:19: “Por eso Yeshúa (Jesús), respondiendo, les decía: en verdad, en verdad os digo que el hijo no puede hacer nada por su cuenta, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que hace el Padre, eso también hace el hijo de igual manera.”
Para hacer milagros hay que tener una íntima relación con el Padre y una revelación de lo que él está haciendo. El que colabora con Él tiene éxito en todo. El que hace milagros sin tener una relación con él será reprobado, como está escrito en
Mateo 7:22-23: “Muchos me dirán en aquel día: señor, señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Jamás os conocí; apartaos de mí, los que practicáis la iniquidad.”
Este texto nos revela dos verdades muy importantes. Para no ser reprobado en el día del juicio hay que practicar lo sobrenatural a base de dos cosas, una relación íntima con el Mesías y obediencia a la Torá de Moshé. Porque la palabra griega que fue traducida como “iniquidad” es “anomia”, y significa “sin ley” o “violación de la ley”. Por lo tanto los que profetizan y hacen milagros en el nombre del Mesías sin tener una relación íntima con él y como práctica violan los mandamientos de la Torá, serán finalmente expulsados de su presencia. Lamentablemente serán muchos.
31:13 “Yo soy el Elohim (Dios) de Betel, donde tú ungiste un pilar, donde me hiciste un voto. Levántate ahora, sal de esta tierra, y vuelve a la tierra donde naciste.”
Los votos que hacemos son tomados muy en serio en el cielo, como está escrito en
Eclesiastés 5:1-6: “Guarda tus pasos cuando vas a la casa de Elohim, y acércate a escuchar en vez de ofrecer el sacrificio de los necios, porque éstos no saben que hacen el mal. No te des prisa en hablar, ni se apresure tu corazón a proferir palabra delante de Elohim. Porque Elohim está en el cielo y tú en la tierra; por tanto sean pocas tus palabras. Porque los sueños vienen de la mucha tarea, y la voz del necio de las muchas palabras. Cuando haces un voto a Elohim, no tardes en cumplirlo, porque él no se deleita en los necios. El voto que haces, cúmplelo. Es mejor que no hagas votos, a que hagas votos y no los cumplas. No permitas que tu boca te haga pecar, y no digas delante del mensajero de Elohim que fue un error. ¿Por qué ha de enojarse Elohim a causa de tu voz y destruir la obra de tus manos? Porque en los muchos sueños y en las muchas palabras hay vanidades; tú, sin embargo, teme a Elohim.”
31:16 “ahora pues, todo lo que Elohim te ha dicho, hazlo.”
Las esposas de Yaakov no habían recibido una palabra del Eterno para salir de la casa de Laván. La dirección de la familia recae sobre el esposo cuando este es espiritual, no sobre la esposa. Más en estos tiempos donde el hombre ha perdido la vergüenza y también su lugar como cabeza, se hace difícil cumplir esto pues muchos llevan a su familia a la destrucción.
Tenemos el ejemplo como el eterno habló a Adam acerca de los árboles permitidos y prohibidos antes de la creación de la mujer. Otro ejemplo es cuando el ángel le dice a Yosef para que se levante y tome al niño y a su madre para huir a Egipto porque Herodes quería matarlo.
Las esposas tendrán que orar mucho por sus esposos para que sean sensibles a la voz del Espíritu del Señor y para que sean obedientes a su dirección. En este caso vemos un buen ejemplo de sumisión de las esposas de Yaakov al liderazgo puesto por el Eterno.
Además, él fue muy sabio en tener una comunicación muy abierta con ellas, lo cual es una de las cosas más difíciles para un hombre, porque si no hay comunicación habrá muchos problemas matrimoniales. Yaakov les contó todas las cosas y reveló lo que el Todo Poderoso había dicho para que supieran que la decisión que iba a tomar no estaba basada su voluntad propia.
El esposo no debe vive para satisfacer sus propios deseos en el matrimonio, sino para cumplir el propósito del Señor con su familia.

7° Parasha / Vayetsé
Bereshit / Génesis
21-Nov-15
Génesis 28:10-32
5° Aliyá

