

6° Aliyá
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Parashá Vayishlaj KH
Sexta aliyá, 35:14 – 36:19
Yaakov erige una piedra en el lugar y derrama una libación y aceite sobre ella y le llama al lugar Betel. Salen de Betel y cuando falta poco para llegar a Efrata, Rajel da a luz con mucha dificultad. En el momento de nacer su segundo hijo lo llama Ben-oní, hijo de mi tristeza, y en ese momento sale su alma. Pero su padre lo llama Binyamín. Rajel es sepultada allí en el camino de Efrata, y Yaakov erige un monumento sobre su sepultura que se ha quedado allí hasta hoy. Israel sale de allí y planta su tienda más allá de Migdal- eder, la torre del rebaño. En ese lugar Reuvén se acuesta con Bilhá.
Los hijos de Yaakov son doce. Leá tuvo Reuvén, Shimón, Leví, Yehudá, Yisajar y Zvulún. Rajel tuvo Yosef y Binyamín. Bilhá tuvo dan y Naftalí. Zilpá tuvo Gad y Asher.
Yaakov va a su padre Yitsjak en Mamré de Kiryat-arbá, que es Jevrón. Yitsjak muere a los 180 años y sus hijos Esav y Yaakov lo sepultan.
Esav, que es Edom, ha tomado dos mujeres de las hijas de Kenáan. Ellas le han dado a luz un hijo cada una, Elifaz y Reuel. Esav también ha tomado una mujer de las hijas de Yishmael que le ha dado a luz tres hijos en la tierra de Kenáan. Ahora Esav toma a su familia y a sus bienes y se va a vivir en la región montañosa de Seir, lejos de Yaakov, porque ya no pueden vivir juntos por causa de su mucho ganado. Elifaz tiene allí cinco hijos con su esposa y el hijo Amalek con su concubina. Todos estos llegan a ser jefes. Uno de ellos, Kóraj, es el producto de un incesto entre Elifaz, el hijo primogénito de Esav, y la segunda esposa de Esav. Reuel tiene cuatro hijos que también llegan a ser jefes. Los tres hijos de la tercera esposa de Esav, también llegan a ser jefes.
Sexta aliyá, 35:14 – 36:19
35:16-19 “entonces partieron de Betel; y cuando aún faltaba cierta distancia para llegar a Efrata, Rajel comenzó a dar a luz y tuvo mucha dificultad en su parto. Y aconteció que cuando estaba en lo más duro del parto, la partera le dijo: no temas, porque ahora tienes este otro hijo. Y aconteció que cuando su alma partía, pues murió, lo llamó Benoní; pero su padre lo llamó Binyamín. Murió, pues, Raquel, y fue sepultada en el camino de Efrata, es decir, Bet-lejem.”
Muy cerca de Bet-lejem rajel, al morir, dio a luz al que llamó “hijo de mi tristeza” que fue cambiado por el padre en el “hijo de mi derecha” o “hijo del sur”. Todo esto habla del Mesías que tenía que nacer en Efrata, fructífero, llamado también Bet-lejem, la casa del pan, como está escrito en
Miqueas 5:2: “Pero tú, Bet-lejem efratá, aunque eres pequeña entre las familias de Yehudá, de ti me saldrá el que ha de ser gobernante en Israel. Y sus orígenes son desde tiempos antiguos, desde los días de la eternidad.”
El Mesías iba a ser el hijo de la tristeza, como está escrito en el
Salmo 116:3: “los lazos de la muerte me rodearon, y los terrores del Sheol vinieron sobre mí; angustia y tristeza encontré.”
Pero su tristeza fue cambiada por el Padre celestial en alegría, como está escrito en
Juan 16:20: “en verdad, en verdad os digo que lloraréis y os lamentaréis, pero el mundo se alegrará; estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría.”
También el Mesías se convertiría en el hijo de la mano derecha del Padre, como está escrito en el
Salmo 110:1: “salmo de David. Dice el eterno a mi señor: siéntate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies.”
En el lugar donde Rajel dio a luz había muerte y nueva vida, lo cual indica que el Mesías que iba a nacer en Bet-lejem tendría que morir y resucitar para subir hasta la derecha del
Padre en los cielos, como está escrito en Hebreos 1:3: “después de llevar a cabo la purificación de los pecados, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas”
Génesis 32:4 - 36:43

