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Parashá 11  Vayigash Génesis 44:18- 47: 27

Vayigash   significa “Y se Acercó”.

 

Segunda aliyá, 44:31 – 45:7

Si Yehudá, que se hizo responsable, no devuelve el muchacho a su padre, morirá con pena. Yehudá se ofrece como esclavo en lugar del joven para que él pueda subir con los hermanos. Yehudá no podría ver el mal que sobrevendría al padre si el muchacho no está con él. En ese momento Yosef no puede contenerse y manda salir a todos menos sus hermanos. Entonces se da a conocer a ellos con lloros tan fuertes que lo oyen los mitsries. “Yo soy Yosef”, les dice. Pero ellos no le pueden contestar por el choque emocional. Yosef les dice que no se entristezcan por haberle vendido porque todo era plan de Eloha para salvar vidas. Hasta ahora ha habido dos años de hambre. Todavía quedan cinco años sin poder sembrar y cosechar. “Eloha me envió delante de vosotros para preservaros un remanente en la tierra, y para guardaros con vida mediante una gran liberación”.

 

Segunda aliyá, 44:31 – 45:7

 

44:32 “Porque yo, tu siervo, me hice responsable del muchacho con mi padre, diciendo: “si no te lo traigo, que lleve yo la culpa delante de mi padre para siempre.”

 

Yehudá se puso como fiador, en hebreo “arav”. esto significa que estaba dispuesto a sufrir en lugar del hermano. Otra vez vemos como Yehudá, como ancestro del Mesías, de una manera profética expresa con su actitud lo que el Mesías iba a hacer en su primera venida. Estaba dispuesto a llevar la culpa para siempre para salvar a su hermano.

El Mesías se ha hecho responsable de los hombres y él todavía lleva, en su cuerpo, las marcas de las consecuencias del pecado de la humanidad, como está escrito en

Juan 20:25-28: “entonces los otros discípulos le decían: ¡hemos visto al señor! Pero él les dijo: si no veo en sus manos la señal de los clavos, y meto el dedo en el lugar de los clavos, y pongo la mano en su costado, no creeré. Ocho días después, sus discípulos estaban otra vez dentro, y toma con ellos. Y estando las puertas cerradas, Yeshúa viene y se puso en medio de ellos, y dijo: shalom aleijem. Luego dice a Toma: acerca aquí tu dedo, y mira mis manos; extiende aquí tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente. Respondió Toma y le dijo: ¡señor mío y Elohim mío!”

 

44:33  “ahora pues,  te  ruego  que  quede  este tu  siervo como esclavo de mi señor, en lugar del muchacho, y que el muchacho suba con sus hermanos.”

 

Ser fiador implica llevar la responsabilidad hasta la última consecuencia. Yehudá fue fiel a su promesa a su padre. Ahora ha mostrado, no solamente arrepentimiento, sino que está dispuesto a hacer tikún, rectificación, por lo que hizo con su hermano Yosef. En lugar de entregar al hijo de Rajel, que su padre amaba, se puso en su lugar. Así Yosef supo que se había arrepentido. Si no hay una disposición de rectificar los errores cometidos y, en el caso de ser posible, restituir el daño, no ha habido arrepentimiento en la persona. Si hay arrepentimiento verdadero también hay un deseo de rectificación, como está escrito en Lucas 19:8-9: “Y Zakai, puesto en pie, dijo al señor: he aquí, señor, la mitad de mis bienes daré a los pobres, y si en algo he defraudado a alguno, se lo restituiré cuadruplicado. Y Yeshúa le dijo: hoy ha venido la salvación a esta casa, ya que él también es hijo de Avraham”

La salvación había venido a la casa de Zakai. Hubo evidencias claras del arrepentimiento de sus pecados.

 

Lo mismo vemos en la vida de Yehudá. Ya no volverá a defraudar a su padre. Ya no dejará que su hermano sea esclavo en Mitsrayim. Lo hizo una vez, pero esta vez no, porque hay arrepentimiento en su corazón. Cuando Yehudá muestra arrepentimiento por haber vendido a su hermano el hermano se da a conocer.

 

45:1  “Yosef no pudo ya contenerse delante de todos los que estaban junto a él, y exclamó: haced salir a todos de mi lado. Y no había nadie con él cuando Yosef se dio a conocer a sus hermanos.”

 

Ya se había visto el arrepentimiento en Yehudá. Ya se había logrado el propósito  del trato duro contra él. En ese momento Yosef ya no necesita tratarle más con dureza. Ahora se da a conocer, pero no a los mitsries, sino a sus hermanos. De la misma manera el Mesías no fue manifestado al mundo después de su resurrección, sino a los que antes habían caminado con él, como está escrito en Hechos 10:40-41: “a éste Eloha le resucitó al tercer día e hizo que se manifestara, no a todo el pueblo, sino a los testigos que fueron escogidos de antemano por Eloha, es decir, a nosotros que comimos y bebimos con el después que resucitó de los muertos.”

 

La palabra hebrea traducida como “conocer” es “hitvadá”, y viene de la raíz “yadá”. Esta palabra se usa en las escrituras también como una referencia a tener relaciones íntimas, cf. génesis 4:1, 17; 1 reyes 1:4. En génesis 45:4.

45:4  Entonces dijo José a sus hermanos: Acercaos ahora a mí. Y ellos se acercaron. Y él dijo: Yo soy José vuestro hermano, el que vendisteis para Egipto.

 

Yosef les pide que se acerquen a él. Podría haber dicho solamente que se acercaran, pero la palabra “elai”, “hasta mí”, que ha sido añadida, implica un acercamiento casi palpable. La conclusión que hace rashí de esto es que Yosef les enseñó su circuncisión.

 

Yosef no se dio a conocer hasta que los doce hermanos estuvieran juntos. Como hemos dicho antes, esto alude a que el Mesías no se va a dar a conocer en los últimos tiempos hasta que las doce tribus estén involucradas.

También aprendemos de esto que tiene que haber unidad entre hermanos para poder tener la revelación plena del hijo de Yosef, como está escrito en Efesios 3:17b-19: “que arraigados y cimentados en amor, seáis capaces de comprender con todos los santos cuál es la anchura, la longitud, la altura y la profundidad, y de conocer el amor del Mesías que sobrepasa el conocimiento, para que seáis llenos hasta la medida de toda la plenitud de Eloha.”

 

Como los hermanos de Yosef no le reconocieron en su primer encuentro, sino en el segundo, así el Mesías no fue reconocido por la mayoría de los judíos en su primera venida, pero lo será en relación con su segunda venida. Con otras palabras, ahora es el tiempo cuando la mayoría de los judíos conocerán a Yeshúa. Ahora él se está dando a conocer como el que verdaderamente es, aquél Mesías del cual hablan todas las escrituras.

 

“Y no había nadie con él cuando Yosef se dio a conocer a sus hermanos.”

 

Había una intimidad con los hermanos. De la misma manera ahora el Mesías se está dando a conocer de una manera muy íntima a los que son descendientes de las doce tribus de Israel. Se va revelando de una manera hebrea (Aunque por fuera se veía como egipcio, por dentro era hebreo hasta su circuncisión. Hoy los judíos no aceptan a un Yashúa porque lo ven muy Jesús, muy romano, pero poco a poco él va revelándose como realmente es él.) Dándoles a entender su relación con él no sólo de manera espiritual, sino también física. Son del mismo pueblo y ahora es el tiempo de ser restaurado como israelita o judío. Las personas que reciben este tipo de revelación ya no son las mismas. Su concepto de sí mismos cambia radicalmente y el concepto de quién es Yeshúa cambia radicalmente. Ya no le ven en el contorno gentil, sino en el contorno hebreo. Ya no le ven como el salvador de los gentiles, sino como el salvador de Israel, en primer lugar y luego a los gentiles.

 

45:5  “Ahora, pues, no os entristezcáis, ni os pese de haberme vendido acá; porque para preservación de vida me envió Dios delante de vosotros.  45:7  Y Dios me envió delante de vosotros, para preservaros posteridad sobre la tierra, y para daros vida por medio de gran liberación.”

 

Fue Yehudá quien provocó  la revelación de Yosef. De la misma manera los judíos son los que finalmente harán que Yeshúa se manifieste en gloria, conferenciar. Mateo 23:39; Hechos 3:19-21.

 

45:2 “Y lloró tan fuerte que lo oyeron los mitsries, y la casa de Paró se enteró de ello.”

 

En el momento de revelación de quién era Yosef hubo lloro, conferenciar. verso 14-15. De la misma manera hay muchas emociones y lágrimas en aquellas personas que ahora están recibiendo la revelación de quién es realmente Yeshúa y quiénes son ellos en relación con él. Yeshúa lloró sobre la ciudad de Yerushalayim, ver Lucas 19:41-44. Luc 19:41  Y cuando llegó cerca de la ciudad, al verla, lloró sobre ella,

Lucas 19:42  "diciendo: ¡Oh, si también tú conocieses, a lo menos en este tu día, lo que es para tu paz! Mas ahora está encubierto de tus ojos. Luc 19:43  Porque vendrán días sobre ti, cuando tus enemigos te rodearán con vallado, y te sitiarán, y por todas partes te estrecharán, Luc 19:44  y te derribarán a tierra, y a tus hijos dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra, por cuanto no conociste el tiempo de tu visitación."

 

Los habitantes de Yerushalayim llorarán cuando él se dé a conocer mostrando sus heridas, las señales del pacto renovado, como está escrito en Zacarías 12:10-14: “Y derramaré sobre la casa de David y sobre los habitantes de Yerushalayim, el espíritu de gracia y de súplica, y me mirarán a mí, a quien han traspasado. Y se lamentarán por él, como quien se lamenta por un hijo único, y llorarán por él, como se llora por un primogénito. Aquel día habrá gran lamentación en Yerushalayim, como la lamentación de hadad-rimón en la llanura de Meguido. Y se lamentará la tierra, cada familia por su lado: la familia de la casa de David por su lado, y sus mujeres por su lado; la familia de la casa de Natán por su lado, y sus mujeres por su lado; la familia de la casa de Leví por su lado, y sus mujeres por su lado; la familia de los Shimeítas por su lado, y sus mujeres por su lado; todas las demás familias, cada familia por su lado, y sus mujeres por su lado.”

 

En los primeros versículos de la profecía de Zejariá (Zacarías) capítulo 12 se habla de una guerra que va a ser causada por los países árabes y apoyada por la coalición internacional. El motivo de esa guerra es Yerushalayim. En estos momentos estamos viviendo el tiempo cuando Hashem está poniendo su ciudad como una “copa  de vértigo para todos los pueblos de alrededor”, y pronto habrá una guerra. Esta guerra será ganada por el pueblo judío y la ciudad será habitada de nuevo en su lugar. Después de esa guerra, habrá un derramamiento del Espíritu de gracia y de oración sobre los habitantes de la ciudad y les será revelado lo que antes no veían, que ese Yeshúa que fue clavado en el madero hace casi dos mil años, es el Mesías ben Yosef prometido. Entonces habrá un lamento impresionante, especialmente entre los ortodoxos, puesto que son los que hacen separaciones entre hombres y mujeres en las oraciones, como indica este texto en el capítulo 13 del mismo profeta podemos ver como este avivamiento mesiánico entre los ortodoxos en Yerushalayim producirá una purificación del pecado y la impureza. Toda religión falsa será eliminada del país. El templo Bahai en haifa será destruido, todas las mezquitas serán demolidas, todas las iglesias católicas serán asoladas. Las discotecas serán cerradas, los lugares de ocultismo y de kabalá desaparecerán, y el espíritu inmundo será quitado del país. Entonces habrá una restauración del culto con sacrificios en el lugar del templo. Cuando esto suceda serán provocadas todas las naciones del mundo y se unirán de nuevo para batallar contra Yerushalayim, según está escrito en

 

Zacarías 14:1-5: “he aquí, viene el día de Hashem cuando serán repartidos tus despojos en medio de ti. Y yo reuniré a todas las naciones en batalla contra Yerushalayim; y será tomada la ciudad y serán saqueadas las casas y violadas las mujeres; la mitad de la ciudad será desterrada, pero el resto del pueblo no será cortado de la ciudad. Entonces saldrá Hashem y peleará contra aquellas naciones, como cuando el peleó el día de la batalla. sus pies se posarán aquel día en el monte de los Olivos, que está frente a Yerushalayim, al oriente; y el monte de los Olivos se hendirá por el medio, de oriente a occidente, formando un enorme valle, y una mitad del monte se apartará hacia el norte y la otra mitad hacia el sur. Y huiréis al valle de mis montes, porque el valle de los montes llegará hasta atsel; huiréis tal como huisteis a causa del terremoto en los días de uziá, rey de Yehudá. Y vendrá Hashem mi Eloha, y todos los santos contigo.”

 

Esta será la última guerra antes de la venida del Mesías ben David. En esta guerra el ejército del estado de Israel será totalmente eliminado y la santa ciudad será tomada, como está escrito en Daniel 9:26b-27: “hasta el fin habrá guerra; las desolaciones están determinadas. Y él hará un pacto firme con muchos por una semana (de años), pero a la mitad de la semana pondrá fin al sacrificio y a la ofrenda de cereal. Sobre el ala de abominaciones vendrá el desolador, hasta que una destrucción completa, la que está decretada, sea derramada sobre el desolador.”

 

Está escrito  Daniel 12:6-7: “Y uno de ellos dijo al hombre vestido de lino que estaba sobre las aguas del río: ¿Para cuándo será el fin de estas maravillas? Y oí al hombre vestido de lino, que estaba sobre las aguas del río, que levantando su mano derecha y su mano izquierda al cielo, juró por aquel que vive para siempre, que será por un tiempo, tiempos y la mitad de un tiempo; y cuando se termine la destrucción del poder del pueblo santo, se cumplirán todas estas cosas.”

 

Así que en esta guerra se va a terminar la destrucción del ejército del pueblo judío. Esto producirá un clamor grande en los habitantes de Yerushalayim. Van a gritar pidiendo al eterno que envíe a Mashiaj. Entonces van a decir con todo su corazón y con toda su fuerza: “Baruj haba Beshem YHWH” y entonces vendrá el Mesías de nuevo para poner sus pies en el monte de los olivos y matar, con la espada de su boca, a todos los ejércitos del mundo liderados por el anti Mesías, como está escrito en Isaías 11:4: “sino que juzgará al pobre con justicia, y fallará con equidad por los afligidos de la tierra; herirá la tierra con la vara de su boca, y con el soplo de sus labios matará al impío.”

En Revelación 19:15: “de su boca sale una espada afilada para herir con ella a las naciones, y las regirá con vara de hierro; y el pisa el lagar del vino del furor de la ira de El Shadai.”

 

En 2 Tesalonicenses 2:8 está escrito: “Y  entonces será revelado ese inicuo, a quien el señor matará con el Espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida.”

 

“lo oyeron los mitsries, y la casa de Paró se enteró de ello.”

 

Los mitsries, que simbolizan todos los gentiles, se darán cuenta de la revelación del Mesías de Israel y su gran lloro por sus hermanos judíos.

La casa de Paró hace referencia a los gobiernos de la tierra en los últimos tiempos que serán informados cuando el hijo de Yosef se haya dado a conocer a sus hermanos Israelitas.

 

45:3  “Yosef dijo a sus hermanos: Yo soy Yosef. ¿Vive todavía mi padre? Pero sus hermanos no podían contestarle porque estaban atónitos delante de él.”

 

Ahora Yosef habló en hebreo presentándose con su nombre hebreo. No dijo: “Yo soy Tsafnat Paneaj”. De la misma manera, cuando el hijo de Yosef se presentó al rabino Shaúl ben Gamliel en Hechos 9:5 no dijo: “Yo soy Jesucristo”, sino: “Yo soy Yeshúa”. Su nombre no es Jesús, sino Yeshúa, Jesús es la forma como lo llaman los gentiles. Cuando él habla con sus hermanos judíos les habla en hebreo, como está escrito en Hechos 26:14: “Y después de que todos caímos al suelo, oí una voz que me decía en el idioma hebreo: “Shaúl, Shaúl, ¿por qué me persigues? dura cosa te es dar coces contra el aguijón.”

 

45:4 “Y Yosef dijo a sus hermanos: acercaos ahora a mí. Y ellos se acercaron, y él dijo: Yo soy vuestro hermano Yosef, a quien vosotros vendisteis a Mitsrayim.”

De esto aprendemos que en los últimos tiempos el pueblo de Israel se acercará cada vez más a Yeshúa.

 

45:5 “ahora pues, no os entristezcáis ni os pese el haberme vendido aquí; para preservar vidas me envió Eloha delante de vosotros.”

 

El Mesías fue enviado a los gentiles para salvar vidas, según está escrito en Hechos 28:28: “Sabed, por tanto, que esta salvación de Eloha ha sido enviada a los gentiles. Ellos sí oirán.”

 

En Romanos 11:11: “digo entonces: ¿acaso tropezaron (los judíos) para caer? ¡De ningún modo! Pero por su transgresión ha venido la salvación a los gentiles, para causarles celos.”

 

Ese era el plan del Todo Poderos: por causa del rechazo de los judíos, de la misma manera como Yosef fue rechazado por sus hermanos, los gentiles podrán recibir al hijo de Yosef y ser salvos.

 

45:6  “Porque en estos dos años ha habido hambre en la tierra y todavía quedan otros cinco años en los cuales no habrá ni siembra ni siega.”

 

Como los hermanos de Yosef le reconocieron en el segundo año de sequía es probable que el momento del derramamiento sobre los judíos del espíritu de gracia y de oración sea durante el segundo año de los siete últimos años antes de la venida del Mesías.

 

“quedan otros cinco años en los cuales no habrá ni siembra ni siega.”

Yosef supo por los sueños del Paró y el espíritu profético  que quedaban cinco  años de hambre. Sin embargo, para los hijos de Israel sólo había dos años de hambre grave, puesto que Yosef los sostuvo durante el resto del tiempo. De esto aprenderemos que los fieles, que no podrán ni comprar ni vender durante la gran tribulación, serán sustentados de manera sobrenatural por el eterno, tal como pasó con Eliyahu durante los años de sequía, cf. Revelación 3:17; 1 Reyes 17:4, 14.

 

45:7  “Y Eloha me envió delante de vosotros para preservaros un remanente en la tierra, y para guardaros con vida mediante una gran liberación.”

 

El hijo de Yosef fue enviado al mundo gentil para provocar a los judíos a celos, para que ellos a su vez sean salvos por esta provocación, como está escrito en Romanos 11:14: “si en alguna manera puedo causar celos a mis compatriotas y salvar a algunos de ellos.”

 

En Romanos 11:24-27 está escrito: “Porque si tú (gentil) fuiste cortado de lo que por naturaleza es un olivo silvestre (nación gentil), y contra lo que es natural fuiste injertado en un olivo cultivado (Israel), ¿cuánto más éstos (judíos), que son las ramas naturales, serán injertados en su propio olivo? Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis sabios en vuestra propia opinión: que a Israel le ha acontecido  un endurecimiento parcial hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles; y así, todo Israel será salvo; tal como está escrito: el libertador Vendrá de  Tsión; apartara la impiedad de Yaakov. Y este es mi Pacto con ellos, cuando yo quite sus Pecados.”

 

11 °Parasha / Vayigash
Génesis 44:18 - 47:27
Bereshit / Génesis

2° Aliyá

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