
Parashá 18 Mishpatím
Éxodo 21:24:18
Mishpatim significa “reglamentos”
Tercera Aliyá, 22:5-27 (22:4-26 Hebreos)
La Torá regula acerca de restitución de daños ocasionados por los animales a los cultivos de terceros, restitución de daños por incendio de cultivos de terceros, restitución de pérdida de bienes confiados o prestados a otros. Luego regula acerca de las consecuencias de la seducción de una virgen no desposada, de la hechicería, de la bestialidad y de la idolatría. Al extranjero, la viuda y el huérfano no se pueden maltratar. Está prohibido prestar dinero a los pobres con interés o tomar en prenda su manto por la noche.
Tercera Aliyá, 22:5-27 (22:4-26 Hebreos)
22:7 “Si alguno da a su vecino dinero o cosas a guardar, y son hurtados de la casa de éste, el ladrón, si es hallado, pagará el doble.”
La restitución es doble en este caso si el ladrón ha hecho un juramento para declarar su inocencia. En otro caso sólo se devuelve lo que fue hurtado.
22:8 “Si no es hallado el ladrón, entonces el dueño de la casa se presentará ante los jueces, para determinar si él metió la mano en la propiedad de su vecino.”
Aquí la palabra hebrea “Elohim” se traduce como jueces, al igual que en el versículo siguiente. Los jueces han recibido la autoridad delegada para representar a Elohim en el juicio en la tierra.
22:10 “Si alguno da a su vecino un asno, un buey, una oveja, o cualquier otro animal para ser guardado, y muere o sufre daño, o es robado sin que nadie lo vea”
Según Rashí, en este caso se trata de un guardián pagado.
22:14 “Si alguno pide (prestado un animal) a su vecino, y (el animal) sufre daño o muere en ausencia de su dueño, hará completa restitución.”
Esto nos enseña que el que toma algo prestado es responsable de restituir todo daño causado a lo prestado.
22:16 “Si alguno seduce a una doncella que no esté desposada, y se acuesta con ella, deberá pagar un precio por ella para que sea su mujer.”
El precio de adquisición de una mujer virgen, fue de 50 siclos de plata, conferenciar: Deuteronomio 22:29, lo cual corresponde a ocho años de comida y ropa de una persona (R. Hirsch). El precio de adquisición, en hebreo “mohar”, luego fue sustituido por la ketuvá, contrato matrimonial. En el tiempo del segundo templo, había mucha pobreza en la tierra de Israel, y por lo tanto pocas personas tenían el dinero suficiente para poder pagar el precio de adquisición de una novia. Por esto se incluyó en la ketuvá un compromiso de pago por parte del novio, correspondiente a lo que antes había sido el mohar, el precio de adquisición.
Según Rambam, este pago de adquisición se aplica en el caso de que el padre de la joven y ella misma estén de acuerdo en que ella se case con él. Por lo tanto no se ve como una multa. Nadie puede casarse por obligación.
22:18 “no dejarás con vida a la hechicera.”
Esto nos enseña que la Torá fue escrita en primer lugar a los jueces de Israel. Sólo puede dictar sentencia un tribunal de 23 jueces. Este mandamiento se aplica tanto para hombres como para mujeres. La Torá habla de lo que es más común, en este caso es más común que una mujer sea hechicera que un hombre sea hechicero. Hay diferentes opiniones sobre qué tipo de pena de muerte se debe aplicar en este caso, algunos dicen que debe ser por espada, y otros dicen que debe ser por lapidación.
22:20 “el que ofrezca sacrificio a otro dios, que no sea Hashem, será destruido por completo.”
Según Rashí, este mandamiento se aplica sobre tres tipos de sacrifico a los ídolos, similares a los que se dan al Eterno: degüello de animales, quema de incienso y ofrenda de libación.
22:21 “Al extranjero no maltratarás ni oprimirás, porque extranjeros fuisteis vosotros en la tierra de Egipto.”
Aquí no se refiere solamente al converso, puesto que los hijos de Israel no fueron conversos en Egipto, sino al no judío residente en la tierra de Israel. Según Rashí, extranjero, en hebreo “guer”, siempre significa uno que no nació en el país, donde vive ahora, sino que vino de otro país para habitar allí. Según el Talmud, maltratar, en hebreo “yaná”, significa en este caso injuria verbal, y oprimir, en hebreo “lajats”, significa en este caso robo de los bienes. Hay alrededor de 40 casos donde la Torá habla del cuidado del extranjero.
22:22 “A la viuda y al huérfano no afligiréis.”
El Elohim de Israel tiene un corazón muy sensible a la necesidad de los débiles. Los extranjeros, las viudas y los huérfanos son objetos de su cuidado especial. Por esto hay leyes muy concretas para la protección de estas personas.
22:25 “Si prestas dinero a mi pueblo, a los pobres entre vosotros, no serás como un acreedor con él; no le cobrarás interés.”
Los acreedores emplean la fuerza para reclamar el dinero y suelen humillar al prestamista. Ambas cosas están prohibidas entre nosotros. Es más, podemos ir más allá de lo justo de la Torá y emplear la misericordia, conforme a la Torá de Mashíaj que está escrita en Lucas 6:34-36:
“Si prestáis a aquellos de quienes esperáis recibir, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores prestan a los pecadores para recibir de ellos la misma cantidad. Antes bien, amad a vuestros enemigos, y haced bien, y prestad no esperando nada a cambio, y vuestra recompensa será grande, y seréis hijos del Altísimo; porque Él es bondadoso para con los ingratos y perversos. Sed misericordiosos, así como vuestro Padre es misericordioso.”
Está prohibido prestar dinero a los pobres con intereses. Otra cosa es dar préstamos para una inversión o un negocio.
22:26 “Si tomas en prenda el manto de tu prójimo, se lo devolverás antes de ponerse el sol”
Según Rashí, se refiere a una prenda que se toma en el momento cuando el deudor no pueda pagar en el plazo estipulado. Sin embargo si se dio una garantía en el momento de dar el préstamo, el prestamista no está obligado a devolverla por la tarde.
Shemot / Éxodo
18 Parasha / Mishpatim
3° Aliyá


