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Camino #40: Juzga a los otros para bien.

Todos vivimos juntos en este mundo. Es fácil asumir responsabilidad cuando alguien está en peligro físico. Tenemos esa misma obligación cuando esa persona está en peligro espiritual.

Por favor ten en mente que tu estudio de los “48 Caminos Hacia la Sabiduría” sea en mérito de Rab Noaj Weinberg zt''l, el querido fundador de Aish HaTorá – Israel Noaj ben Itzjak Matityahu.

Imagina que estás en un hotel y en la habitación contigua un hombre se sube al balcón y se prepara para saltar. ¿Lo ayudarías? ¿O te quedarías de brazos cruzados disfrutando de la emoción mientras la gente grita: "¡Que salte, que salte!"?  Sabes que a ti sí te importa, entonces, ¿qué vas a hacer para ayudar? Si él te pregunta "¿Por qué no he de saltar?", ¿qué vas a decir? Y aún más, ¿tienes derecho de intentar detenerlo si es que quiere saltar? No es suficiente con sólo "sentir" los problemas de los demás. Tienes que verdaderamente hacer algo para ayudar. Lucha contra esa tendencia de quedarte de brazos cruzados, criticando y meneando la cabeza al ver los errores de los demás.

El camino 40 de los 48 caminos es "Majrió lekaf zejut" que literalmente significa "juzgar  favorablemente". Debemos ayudar a otros a cambiar sus vidas y a volver al camino. Como seres humanos, nos importa y queremos ayudar. Tú harás todo lo posible para ello. Nunca te podrás perdonar a ti mismo si te quedas a un lado y no haces nada. Ahora aplica esto al resto de tu vida.

Acepta responsabilidad.

Para poder ayudar a los demás debes aceptar responsabilidad. Una de las primeras y más importantes lecciones del judaísmo es que "somos los cuidadores de nuestros hermanos". Todos vivimos en este mundo,  juntos. Es fácil asumir responsabilidad cuando alguien está en peligro físico. Sin embargo, la obligación es la misma cuando está en peligro espiritual. Ayuda a tu amigo a confrontar este problema. Si él necesita ayuda, es tu obligación actuar - incluso si tu asistencia podría inicialmente provocar un resentimiento hacia tu persona. Incluso si la otra persona no te agrada, no puedes excusarte diciendo: "Se lo merece". Antes de darte por vencido con cualquiera - ya sea un alcohólico, un empleado flojo, o un amigo que te traicionó - otórgale el beneficio de la duda. Haz todo esfuerzo posible para devolverle la sanidad. Trata al menos 10 formas de ayudarlo. ¿No te gustaría que otros tengan la misma consideración por ti?

Uno de los pasos más importantes en ayudar a los demás, es tener un plan. No sólo un plan, sino que varios planes de respaldo. No te des por vencido con la persona que estás tratando de ayudar. Si el plan no tiene éxito, busca otro. Debes sentirte responsable. Si le das suficiente valor a la vida humana, tendrás la paciencia de encontrar el mejor método que puedas.

1-Se creativo.   2- Busca soluciones.  - Ten determinación, no te detengas hasta que tengas éxito.

Motiva a otros

Cuando sea necesario, debemos motivar a otros a vivir más productivamente. Para lograrlo, enfócate en su problema específico - por ejemplo, la falta de confianza, arrogancia, etc.

Si no conocemos la causa del error de nuestro amigo, no sabremos la solución. Es por ello que cuando apuntamos a los errores de los demás, el resultado es, la mayoría de las veces, negativo.

La idea no es "explicar" o "sermonear" a alguien que necesita ayuda. No le digas que está sangrando; ¡detén el sangramiento! Ponlo de vuelta en el camino correcto.

Por ejemplo: Si tú sabes que alguien está deprimido, esto usualmente proviene del sentimiento de que su vida no tiene sentido. Saber esto te ayudará a formular un plan de acción.

Enséñale a ser feliz. Hazle saber todo lo bueno que tiene. Tú no puedes cambiar a la gente, ellos deben hacerlo por sí mismos. Lo mejor que puedes hacer es iluminar a alguien. Esto puede cambiar su perspectiva en la vida. Esto es criticismo constructivo.

Ayúdalo de una manera práctica: "Vamos a nadar… a correr… pintemos un cuadro". Involúcralo en una situación en la que él sea útil, o motívalo para voluntariado en alguna organización en la que pueda marcar una diferencia. Estas cosas lo ayudarán a salir de la depresión.

Demuestra un interés real. Mostrar interés te hará ganar la confianza de otros, y así, ellos aprenderán de ti. Incluso si no les dices directamente como mejorar sus vidas, el sólo hecho de que te preocupes por ellos, hará que su admiración por ti crezca. Así los ayudarás a que aprendan de ti los buenos hábitos.

Cuando alguien comete un error, tú puedes asumir que a él le falta información para la vida. Revisa si existe una falta de información que puedas arreglar. Tú tienes que averiguar cuál es el problema. Por ejemplo: ¿Qué causa la infelicidad en nuestra generación? Decadencia, egoísmo, el querer soluciones rápidas y fáciles, etc. Deduce la mejor manera de ayudar. Por último si no lo logras, tu esfuerzo te hará una mejor persona.

Juzga a las personas para bien

¿Alguna vez has comprado algo en una tienda y después lo encuentras en otra tienda de la ciudad que lo vende a mitad de precio? ¡Cómo te enojaste con la primera tienda! Por lo general, cuando vemos a una persona actuando de manera inapropiada, inmediatamente asumimos que lo hizo a propósito.

Los 48 Caminos dicen: No pienses que el dueño de la tienda es un ladrón malvado, sino que es una víctima de las racionalizaciones. Es muy posible que cuando puso el precio, se convenció a sí mismo de que estaba bien cobrar de más porque su tienda ofrece un mejor servicio en una mejor ubicación.

¿Suena descabellado? Piensa en ti mismo. ¿Podrías aguantar tal escrutinio?

Siempre que veas a alguien hacer algo incorrecto, no te sientas mal por sospechar de él. Pero no llegues a una conclusión hasta que hayas examinado los hechos. Mientras que no tiene nada de malo ser cauteloso ante las motivaciones de los demás, es igualmente importante pensar que lo que ocurrió puede haber sido nada más que un error sin intención. Muchas veces nos damos cuenta post facto de que hubo un factor que no tomamos en cuenta. Acordarnos de esto nos ayudará a mantener nuestro temperamento y nuestras críticas dentro de ciertos límites. Como ejercicio, intenta juzgar a tus padres de manera favorable. No siempre harán las cosas exactamente como tú quieres, pero sin lugar a dudas ellos te aman y quieren lo mejor para ti. Ten paciencia y júzgalos para bien.

Encuentra el mérito en todos

La gente esencialmente quiere ser buena. Por lo tanto, cuando alguien comete un error y actúa de manera incorrecta, a quien más daña es a sí mismo. Darte cuenta de esto te ayudará a reducir tu enojo hacia él.

Por ejemplo, si conoces una persona arrogante, no pienses en él simplemente como un fanfarrón. Bajo la superficie, su arrogancia es una manifestación de inseguridades atroces. Piensa cuánto sufre por su arrogancia, y cuán solitario se debe sentir porque su arrogancia ahuyenta a los demás.

Es fácil verse absorto en los aspectos negativos de las personalidades y las luchas internas de los demás. Al juzgar a alguien "meritoriamente", primero tenemos que asumir que esa persona tiene mérito. Todos tenemos virtudes, aunque a veces pueden estar ocultas bajo un manto de confusión y dolor. Haz el esfuerzo para descubrir esas virtudes.

¿Por qué el "juzgar a otros para bien" es un ingrediente de la sabiduría?

  • Para ser un buen ser humano tienes que preocuparte por los demás. Sus vidas y sufrimiento son igual de reales que los tuyos.

  • Cuando la gente haga algo que te cause daño, no pienses automáticamente que están en tu contra.

  • Juzga a los demás para bien. Encuentra sus méritos y de esta manera podrás ayudarles.

  • Las personas se necesitan. Haz todo lo que esté a tu alcance para ayudar.

 

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